Barcelona y Santa Coloma reclaman más presencia policial en las calles para reforzar la seguridad. Es una de las reivindicaciones, junto a la propuesta de mejorar la coordinación entre los agentes y los mandos de los diferentes cuerpos, en las que han coincidio representantes municipales de Gobierno y oposición en el foro Desperta BCN!, organizado por Crónica Global, El Español y Metrópoli Abierta. En la mesa redonda sobre la seguridad en Barcelona y su área metropolitana, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, y el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, han defendido que sus ciudades son seguras, si bien han apostado por una mayor coordinación acompañada de refuerzos de los Mossos.
Por su parte, oposición ha denunciado la inseguridad y ha pedido mejoras también a nivel de policía local. A pesar de las discrepancias, los ponentes han coincidido en la necesidad de alcanzar grandes consensos en esta materia para, además de incrementar los efectivos y la coordinación policial, abordar la lucha contra la delincuencia desde estrategias integrales, que incluyan no solo la presencia de uniformados, sino también las políticas sociales, la legislación para hacer frente a la multirreincidencia criminal o la agilicación de los juzgados.
"Barcelona es segura"
La alcaldesa Parlon ha asegurado que tanto Barcelona como las ciudades de su entorno son "un territorio razonablemente seguro si nos basamos en los datos de criminalidad del Ministerio del Interior" y que "hay una diferencia entre la criminalidad real y las percepciones en cuanto a seguridad ciudadana". Sin embargo, ha abogado por mejorar la "complicidad con la ciudadanía", una "buena dotación de efectivos policiales" --con refuerzos "especialmente de Mossos en el conjunto del área metropolitana"-- y "coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad", así como "una buena política de comunicación en seguridad" para combatir la desinformación.
Por su parte, Batlle ha coincidido en que la capital catalana "es un entorno seguro" y en que el "problema" es esencialmente "la percepción, la realidad notada por cada persona". Una percepción que cree que ha sido "interesadamente estimulada, pero los datos objetivos demuestran que la delincuencia ha bajado". Las estadísticas oficiales muestran un descenso en algunos tipos criminales, pero otros, como los hurtos y las agresiones sexuales, se han disparado. Aun así, el concejal ha rechazado las "visiones apocalípticas", ha afirmado que "los datos son buenos" y ha celebrado que en la Ciudad Condal "no hay periferias prohibidas" como en Londres, París o Bruselas.
"Colau se dedicaba a okupar"
El abogado Alberto Fernández Díaz, exconcejal popular, ha mostrado una visión contrapuesta. "No afirmaré que Barcelona es la capital del delito, pero en nuestra ciudad el delito es capital". Ha sosenido que "la delincuencia se dispara año tras año en una progresión geométrica inaceptable", algo que no reflejan las estadísticas porque el 80% no denuncia. También ha pedido "más policía en la calle", tanto de Mossos como de Guardia Urbana, "porque poca policía es delincuente seguro", así como "normas claras para agravar la multirreincidencia", refuerzos para los juzgados penales o "recuperar la autoridad de los agentes", que a menudo son "confundidos con el pito del sereno". Entre otras medidas, ha llamado a "recuperar Barcelona de los okupas", a quienes ha definido como "intrusos".
Jordi Martí, portavoz de Junts en Barcelona, ha incidido en que "la inseguridad es el primer problema para la ciudadanía", por lo que se debe "hacer más" para combatirla, y ha atacado a la alcaldesa Ada Colau, de la que ha recordado que "fue una activista que se dedicaba a okupar pisos". Tanto Fernández como Martí han coincidido en que "las estadísticas están sesgadas" porque la mayoría de delitos no se denuncia. Sin embargo, el concejal posconvergente se ha mostrado partidario de los "grandes consensos" en torno a cuestiones como la coordinación o la prevención.