Roger L.S., el pistolero de Canovelles, ha ingresado en una prisión de jóvenes de La Roca del Vallès (Barcelona). El chico, de 20 años y exmilitar, fue detenido en Murcia después de que matase al encargado del Club de Tiro de Precisión de Granollers disparándole cinco tiros por la espalda.
Tras los hechos --que tuvieron lugar el pasado 8 de abril-- se dio a la fuga y secuestró a dos mujeres obligándolas, a punta de pistola, a llevarlo en coche. Según explica la periodista Anna Punsí, en un primer momento fue detenido en Múrcia pero, este jueves, ha sido trasladado a Cataluña por proximidad familiar.
Homicidio en una galería de tiro
Tal y como explicó Crónica Global, Roger L. S. está acusado de los delitos de homicidio, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y resistencia a la autoridad. Los hechos por los que ha sido detenido se remontan al sábado 8 de abril, cuando el pistolero acudió al Club de Tiro de Precisión de Granollers del que era socio con número 3623. Allí abrió fuego contra Jordi --encargado de la instalación-- porque este se negó a darle un arma larga, según explicaron las fuentes consultadas. La víctima murió casi en el acto sobre las 19.30 horas. Cuando se disponía a huir de la galería se cruzó con otro socio, al que encañonó, pero no llegó a disparar porque el arma se encasquilló.
Después, huyó hasta el barrio de Pedralbes de Barcelona, donde abandonó su coche, un Dacia de color azul, y se cambió de ropa. Acto seguido interceptó a dos mujeres y las obligó a conducir hasta Murcia amenazándolas con un arma de fuego. Finalmente fue detenido en la estación de tren del Carmen, cuando se disponía a continuar con su fuga. Este jueves ha sido trasladado a una prisión catalana, dado que el caso se instruye en Granollers.
Su formación
El joven se postuló como futuro soldado en el Centro de Formación de Tropa nº1 (CEFOT1), en el acuartelamiento Santa Ana de Cáceres. Sin embargo, abandonó el aprendizaje de manera precipitada presentando su baja voluntaria, en septiembre de 2022, cuando todavía faltaban dos meses para completarlo, por lo que nunca llegó a ingresar en el Ejército.
Aun así al pistolero le dio tiempo a completar la mitad de la formación: el periodo de acogida y adaptación, de una duración de dos semanas, y la fase de formación militar general, que se prolonga ocho semanas. Durante esta segunda fase los aspirantes tienen que enfrentarse a 280 horas lectivas, divididas entre 90 horas de teoría y 190 de práctica, que incluyen también un módulo de tiro. Cabe destacar que para poder acceder tuvo que superar las pruebas selectivas, entre las que figura un test psicológico y de personalidad, así como presentar la documentación pertinente para acreditar que carecía de antecedentes penales.