Una investigadora del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), destapa las trampas con las que una universidad saudí intentaba colarse en el ranking mundial de las mejores facultades del mundo: pagando a científicos de prestigio para que vinculasen su nombre y así tener más posibilidades de estar entre las mejores.
Se trata de Mira Petrovic, trabajadora del ICRA e investigadora de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), que recibió una oferta de 70.000 euros a cambio de la autorización para incluir su nombre en el listado del equipo investigador de la Universidad Rey Saúd de Riad.
Un referente internacional
El objetivo era utilizar el prestigio de Petrovic, una química ambiental que es un referente internacional en análisis de contaminantes en el agua, para que la Universidad Rey Saúd de Riad mejorase su clasificación en la lista de Shanghái, que valora este tipo de centros educativos en todo el mundo, según avanzó El País.
Sin embargo, lo que le sucedió a Petrovic no es un caso nuevo ni aislado, ya que, según ha explicado, hace unos tres años, recibió un correo electrónico de un colega español "conocido" para iniciar el contacto y que sabe de catedráticos que intermedian en este tipo de asuntos.
Tanteando el terreno
La química aceptó hablar de la propuesta en un primer momento, ya que pensó que respondía a algún proyecto, y porque “en Arabia Saudí hay temas que pueden ser de interés en su campo, relacionado con las aguas residuales”, así que pidió que le ampliasen la información sobre cuál sería su función, exactamente. "Tienen tecnología muy avanzada de desalinización y es posible tener investigación con aquel país, de esto nadie tiene dudas ni pone en cuestión una colaboración científica", ha explicado Petrovic
En el segundo correo tampoco le dieron demasiadas informaciones. Solo le explicaban que tenían "un programa de investigadores distinguidos" y que les interesaba trabajar con algunos de los de más prestigio del mundo, pero sin ningún otro detalle.
Se descubre el fraude
Finalmente, cuenta la investigadora que aceptó la propuesta. Sin embargo, al preguntar cuáles serían sus responsabilidades, le dijeron que sólo tenía que cambiar su nombre y enviar un justificante de vinculación con esa universidad. “El mismo día les dijo muchas gracias" pero que con su contrato con ICRA e ICREA está obligada a poner afiliación a estas instituciones".
"Nunca llegué a hablar de condiciones ni de dónde se pagaba ni nada", precisa para insistir en que, aunque han aparecido otros casos, en el suyo sólo les interesaba esa "oferta directa" para que su nombre apareciese en el listado de investigadores del centro saudí "y cobrar por ello".
Falsos investigadores
La investigadora lamenta que se estén dedicando recursos en la compra de falsos investigadores cuando podría invertirse ese dinero en “investigación en su país, pero pasan diez, quince o veinte años en producir y en tener científicos que lleguen a un alto nivel, así que abogaron por un atajo".
En cuanto a su propuesta, de haberla aceptado, le hubiesen abonado 70.000 euros por un contrato de un año que se renovaría si mantenía su nombre en la lista de profesores de prestigio mundial Highly Cited Researchers.
Hay españoles en esa lista
Aunque el director del ICRA, Damià Barceló, aparece en una información avanzada por El País como uno de los científicos españoles que aceptó en 2016 tener vinculación con la Rey Saúd, Petrovic dice desconocer si compañeros y académicos en el ámbito de Girona han recibido ofertas como la suya,.
Al respecto, precisa que todo esto "empezó hace bastantes años y pasaba sin reacción de ninguna institución, por lo que los investigadores pensaban que no pasaba nada y uno fichaba a otro".