Coto a los mirones. El primer festival de sado de Barcelona prohibirá estrictamente las grabaciones con móviles y cámaras de vídeo, expulsando a los tradicionales onanistas que cada año poblaban, por ejemplo, el Festival Erótico de la Ciudad Condal.
Según las recién publicadas normas del certamen, que avanzó Crónica Global, los asistentes al evento en el hotel de cinco estrellas Hyatt Regency Tower, propiedad de Hesperia, se regirán por la prohibición del "el uso de teléfonos móviles o cámaras de video o fotografía".
Reglas
Esta norma es parte de las ocho directrices que rigen el primer festival sado de Barcelona --no de Cataluña, pues ya existe otro, el Sanctuary 23, que se celebrará este año en el Ebro--, y que incluyen la prohibición expresa del acceso a menores, el respeto al consentimiento --"no es no"-- o la obligación ce ceñirse al dress code.
En otras palabras, los asistentes tendrán que vestir ropa deportiva fetish, acero, lencería, vinilo, látex, PVC, gótico, industrial, religioso, militar, fetish, cosplay o desnudo, entre otros. No se podrá entrar con zapatillas de deporte, traje, de forma informal o vestido con jeans.
Entradas a la venta
Este desfile de filias colonizará unos 2.500 metros cuadrados en el Regency, conocido como el hotel ovni de Barcelona por el restaurante y local de espectáculos con forma de platillo volante en la cúpula, donde operó en el pasado el malogrado chef Santi Santamaria, el fallido Ovnew y que ahora es una discoteca.
Los interesados ya tienen las entradas a la venta por un precio de 30 euros.
Dos festivales en verano
Sea como fuere, el festival sado de Barcelona se celebrará en verano como primer encuentro de aficionados al BDSM en la capital catalana. Eso sí, ya hay al menos un precedentes, pues el Sanctuary se estrenó el pasado ejercicio en un zona rural.
Éste año volverá a tener lugar en una masía situada en la zona del Ebro. Sus organizadores esperan a 5.000 personas de toda Europa para dar rienda suelta a sus fantasías en un entorno seguro.