La Unidad de Apoyo del Alumnado en Situación de Violencia ha doblado las llamadas recibidas por posibles casos de violencia en las aulas. De todas ellas, se han triplicado las relacionadas con supuestos casos de acoso escolar. Ello cuando se cumple un mes desde que dos adolescentes de Sallent se lanzasen desde el balcón de su casa al ser víctimas de un caso de bullying en el instituto.
Según ha avanzado la Conselleria de Educación a TV3, a finales de enero --un mes antes del trágico suceso--, se habían recibido 127 llamadas relacionadas con posibles casos de violencia, de las que 46 hacían referencia a supuestos casos de bullying. Un mes después, esas llamadas ascendieron a 241, de las que 125 eran por un posible caso de acoso escolar.
Un profesor para prevenir el acoso
Esas cifras evidencian un "cambio de mirada" sobre esta lacra, según la directora general del alumnado, Anna Chillida. "Caminamos hacia la tolerancia cero ante cualquier situación de violencia hacia los niños y, sobre todo, hacia aquellas que se dan en el entorno escolar", ha expresado en una entrevista en la televisión pública, desde donde insiste en abordar las situaciones de violencia con una mirada social.
Para ello, a partir del curso que viene las escuelas deberán incorporar la figura del coordinador de coeducación, convivencia y bienestar. Eso es, un docente deberá "coordinar y ser la primera persona responsable" cuando haya algún aviso. Según ha explicado Chillida, se encargará de la prevención y la actuación en todos los posibles casos de violencia, incluidas las agresiones sexuales entre menores.
Mientras tanto, algunos centros ya hacen formaciones para dar herramientas, tanto a los profesores como al alumnado, y para detectar situaciones de violencia. "No se trata tanto del problema, sino de qué haces cuando eso pasa, de si tienes capacidad de respuesta", explica a ese medio el formador de la plataforma PDA Bullying, Ramiro Ortegon.