Vía libre a los okupas. El Ayuntamiento de Barcelona ha cedido ante las amenazas de los allanadores de la zona alta de la Ciudad Condal, que amenazaban con sembrar el caos si les desalojaban este jueves, como estaba previsto. Finalmente, el consistorio ha aplazado la expulsión sine die y ellos lo celebran.
“Tenemos el placer y el orgullo de comunicar que el desalojo de El Kubo se ha suspendido. Las fuerzas represivas del Estado no se ven capaces de desalojarnos. Por este motivo el juzgado ha suspendido el lanzamiento”, vacilaban en su cuenta de Twitter.
Okupas violentos
Se trata de los okupas de El Kubo y la Ruina, dos inmuebles situados en Sant Gervasi-La Bonanova, concretamente en el número seis de la calle Joan de la Salle. Así, el consistorio ha cedido ante las amenazas de los allanadores que aseguraban que, si eran desalojados, harían arder el barrio. Unas advertencias que preocupan a los vecinos de una de las zonas más cotizadas de la Ciudad Condal, que deben soportar la inseguridad y los problemas que acarrean las ocupaciones.
Tras la noticia, Valents ha vuelto a la carga. En un comunicado, la líder de la formación Eva Parera ha exigido "desalojar, de inmediato, a los okupas violentos de la Ruïna y el Kubo, en la Plaza Bonanova". Considera una "vergüenza" que Ada Colau haya permitido "la barra libre de infracciones a okupas violentos que lanzan cohetes y disparan con pistolas de balines contra los vecinos”. Asimismo, ve sospechoso que se haya parado el desalojo a pocos meses de las elecciones municipales.
Los vecinos, principales víctimas
En este sentido, Valents ha pedido la expulsión de los allanadores porque "los vecinos que pagan impuestos y cumplen las leyes no se merecen soportar ni un minuto más a estos delincuentes viviendo delante de sus casas”. “Esperamos que no se haya parado por motivos electoralistas ante las amenazas del colectivo okupa de hacer arder el barrio de Sant Gervasi y ante el miedo de la alcaldesa y PSC de tener un conflicto como Can Vies a dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo”, ha señalado Parera.
Cabe recordar que los okupas habían manipulado y soldado vallas de metal del propio consistorio para hacer barricadas que impidiesen a Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana entrar en los edificios. “El gobierno municipal no puede quedarse de brazos cruzados cuando el mobiliario urbano con el logotipo del Ayuntamiento de Barcelona se destroza y manipula delante de las narices de todos, se debe actuar ya y no ser cómplice, la imagen de dejadez y pasotismo con los okupas es decadencia para el barrio y la ciudad”.