La Generalitat solicita un año de prisión para un joven por lesionar a un agente de los Mossos d’Esquadra para impedir el desahucio de una familia en diciembre de 2020. El juicio ha comenzado este martes contra tres de los manifestantes del Sindicat d’Habitatge de la Dreta de l’Eixample que se concentraron para tratar de evitar que se ejecutase el lanzamiento. Para uno de ellos la Generalitat pide un año de cárcel mientras que para los otros dos solicita seis meses de prisión.
Los hechos se remontan al 14 de diciembre de 2020, cuando los Mossos d’Esquadra acudieron a desahuciar a una familia que no podía seguir pagando el alquiler de su vivienda, ubicada en el número 597 de la calle Còrsega de Barcelona, pese a que en ese momento estaba vigente la moratoria de los lanzamientos judiciales para personas y familias vulnerables.
"Sigues órdenes, bastardo de mierda"
Según el escrito de la fiscalía el día del desahucio se convocó una protesta frente al edificio. Dos de los acusados, recoge el ministerio público, rompieron los cristales de la portería, por lo que los agentes procedieron a su identificación. En ese momento se produjo un forcejeo entre los mossos y los jóvenes, por lo que se les imputa un delito de resistencia a la autoridad.
En ese momento uno de los manifestantes intentó zafarse de los policías y dirigiéndose a uno de los agentes le gritó: “Tú sigues las órdenes, bastardo de mierda”. Cuando intentaba escapar para no ser identificado, sostiene la fiscalía, le propinó un empujón al policía, causándole una contusión costal.
El juicio, aplazado
Por estos hechos la Generalitat, que se persona como acusación, solicita un año de cárcel como autor de un delito de atentado a la autoridad y el de lesiones leves, por los que también propone que se le impongan 600 euros como responsabilidad civil. Para los dos otros acusados, la Generalitat pide seis meses de cárcel, al igual que la Fiscalía, y casi 400 euros de responsabilidad civil, argumentando que cuando rompieron el cristal causaron lesiones a dos agentes.
El juicio ha quedado suspendido hasta el próximo jueves, ante la ausencia de la forense citada para acreditar las lesiones de los agentes.