Montse García, asistente sexual / CEDIDA

Montse García, asistente sexual / CEDIDA

Vida

Montse, asistente sexual: "En prostitución se vale todo, pero en este caso no acceden a mi cuerpo"

Montse García entiende la sexualidad como un derecho y ayuda a las personas con discapacidad a disfrutar de su cuerpo; lamenta que su función se compare con la prostitución

12 marzo, 2023 00:00

Montse García tiene 28 años y es asistente sexual. Entiende la sexualidad como un derecho y, por eso, ayuda a las personas con diversidad funcional a llegar a su propio cuerpo. Hace dos años se adentró en este mundillo, no sin antes superar sus propias inseguridades y tabúes. Pues, hoy por hoy, la asistencia sexual se compara con la prostitución. ¿Pero es lo mismo? Lo explica en una entrevista con Crónica Global.

En la actualidad no puede vivir de ello, aunque espera que se regularice algún día. Mientras tanto, colabora en la página web Asistenciasexual.org, desde donde ofrecen formación a las personas interesadas en ayudar a descubrir el placer a aquellos que no tienen acceso. En pocas semanas publicará su libro La resurección de las monstruas. Asistencia sexual, entre deseos y placeres. Una obra que espera que ayude a "abrir mentes".  

-- Pregunta: ¿Cómo defines ser asistente sexual?
-- Respuesta: Yo lo veo como un acompañamiento hacia la autoerótica para las personas que, de forma autónoma, no pueden acceder a su propio cuerpo. Pero siempre de manera muy instrumental, intentando alejarnos de todo aquello terapéutico, rehabilitador e incluso médico. 

-- ¿Y la autoerótica?

-- La entendemos desde el punto de vista de acceso al propio cuerpo, pero no al de la otra persona. Cuando yo hago asistencia sexual a mí no me tocan. O sea, la fuente de deseo no soy yo, sino que realmente es un masaje corporal con acompañamiento de la masturbación, pero no hay coito, no hay penetración, no hay sexo oral. Es simplemente ayudar a que esa persona que tiene una movilidad reducida pueda acceder a su cuerpo de manera autónoma. 

-- ¿Cuándo decidiste ser asistente sexual?
-- En la universidad, en el segundo año de pedagogía, hubo una profesora que habló de diversidad funcional y mencionó de forma muy rápida la asistenta sexual. Busqué información, miré documentales y me causaron mucho interés. Entonces no publiqué un anuncio porque tenía ciertas dudas, pero un par de años más tarde, en el máster, sí que lo hice. De eso hace un par de años 

-- ¿Qué dudas tenías en aquel momento?
-- Yo estaba trabajando y estudiando a la vez, no había demasiada información sobre qué era ser asistente sexual. Me vi un poco inmadura, no entendía cómo sería esa figura en la realidad. 

-- ¿Viviste algo que hizo que te animaras a probarlo?
-- No ha habido nada en concreto que haya hecho que empezara a entrar en el mundillo este, pero siempre he tenido mucha curiosidad con el tema sexual, sobre cómo experimento mi sexualidad y cómo vivimos socialmente la sexualidad. También soy pedagoga y educadora social, por lo que en algún momento he tratado con personas con diversidad funcional. Me atraía la idea de conectar la sexualidad, la eutoerótica y el placer, a este colectivo en concreto que está muy invisibilizado. Por eso empecé a investigarlo y quería vivirlo en primera persona. 

-- Entonces, no hay contacto con tu cuerpo, pero tú sí que les ayudas a masturbarse. 
-- Sí, la asistencia sexual es una figura híbrida entre la asistencia personal y el trabajo sexual. El asistente, cuando acompaña a la persona con diversidad funcional, lo hace prácticamente en todos los ámbitos de la vida menos en el sexual. Sigue siendo el gran olvidado, y hay personas que quieren, necesitan o desean también este recurso humano. 

-- ¿Impera el deseo a la hora de elegir un/a asistente/a sexual?
-- En el fondo influye, te escogen por un físico de entrada, pero no es la parte esencial. Evidentemente la primera impresión se tiene en cuenta, pero no es lo primero. Lo importante es generar cierto vínculo de confianza y que esa persona se sienta a gusto contigo. Generar ese clima de confianza, que se sienta segura y cómoda para decir lo que no le guste. Igual que yo. 

-- Antes ha mencionado que ayuda a masturbar. ¿Ese es el fin o hay algunas personas que buscan otra cosa?
-- Intentamos que parta todo desde el masaje corporal, entendiendo que realmente el fin no es la masturbación, que no se centre en la genitalidad. Intentamos jugar con otras zonas erógenas a través del masaje corporal. 

-- ¿Cómo se tomó tu familia la decisión de querer dedicarte a esto?
-- Al principio decidí no contarlo porque quería ver qué tal me iba a mí, si me sentía segura y si quería seguir haciéndolo. Pero a la que empecé a trabajar de forma más seria, lo conté a mis familiares y a mis amistades y no he tenido ningún problema. En un primer momento tenía ciertas inseguridades porque, en el fondo, la asistencia sexual está muy asociada con la prostitución, lo que conlleva cierto estigma. Sin embargo, son dos marcos muy distintos aunque provengan del trabajo sexual. Cuando decidí contarlo hubo una aceptación muy grande y también hubo mucha curiosidad porque desconocían la figura. 

-- ¿Actualmente vives de la asistencia sexual o lo compatibilizas con otros trabajos?
-- Siempre lo he compatibilizado. Hoy en día de la asistencia sexual no se puede vivir porque aun falta mucha difusión y regularizarla para que sea un trabajo central. 

-- En la gala de los premios Goya, el actor Telmo Irureta aseguró que las personas con discapacidad también tienen "derecho a follar". Fueron unas palabras polémicas... y algunos asocian la asistencia sexual con la prostitución. ¿Qué opina?
-- La diferencia entre uno y otro es no acceder al cuerpo de la otra persona. En la prostitución se vale todo, es decir, hay diferentes prácticas que se pueden ir haciendo, mientras que la asistencia sexual está muy centrada en la autoerótica. Yo no me desnudo, no acceden a mi cuerpo más allá de la masturbación que yo le puedo hacer a esa persona. 

-- ¿Cree que hay más hombres o mujeres que se ofrecen como asistente sexual?

-- Desde un principio vi perfiles de gente muy diversa, con todo tipo de orientaciones sexuales. En el fondo es un espacio muy abierto. Cuando hay críticas de la asistencia sexual es por falta de información y de conocimiento. El gran argumento que tienen para criticarlo es asemejarlo con la prostitución, normalmente son personas con tendencia abolicionista y lo meten en el mismo saco. Yo no estoy en contra de la prostitución, pero son marcos distintos. Yo no tengo ninguna diversidad funcional y cuando estoy excitada puedo tocarme, pero hay otros que no. Simplemente que haya otra persona externa que acompañe en ese momento, es clave. 

-- En su caso, atiende a mujeres, hombres y parejas. ¿Cómo es atender a una pareja sexualmente?

-- He atendido a parejas que tienen dificultad en su movilidad y necesitan a una tercera persona que les ayude a desvestirse, a acercarse los cuerpos... Yo lo hice con una que tenía cero movilidad y tuve que estar presente todo el tiempo porque, a la que querían acariciarse o cambiar de postura, no lo podían hacer de forma autónoma. Obviamente, cuando yo veía que necesitaban un momento de privacidad, que es simplemete mirarse a los ojos, me apartaba un poco. Pero a la mínima me llamaban y yo volvía a estar ahí. 

-- ¿Se requiere formación para ser asistente sexual?
-- La formación es útil a la hora de atender la sexualidad de las personas con discapacidad. Por ejemplo, en cómo hacer una transferencia de la silla a la cama o en cómo cambiar un colector... Muchas veces falta acceso a la información y acabamos detectando que la gente se apuntaba, pero no sabíamos después cómo lo llevaban a cabo. Asistenciasexual.org es una web autogestionada y cada uno es responsable de lo que hace, por tanto era importante asentar una bases sobre qué implica tratar con personas con discapacidad, cómo hacer un buen masaje erótico acompañando la masturbación, etcétera. A principios de abril iniciaremos la formación en España y en México. 

Una persona con movilidad reducida en silla de ruedas, como las que un hombre ha robado en centros sanitarios del Vallès Oriental

Una persona con movilidad reducida en silla de ruedas, como las que un hombre ha robado en centros sanitarios del Vallès Oriental

-- ¿Confía en que se pueda regularizar algún día?
-- Hoy no, mañana tampoco, pero quizás pasado sí. Pero para eso necesitamos que las políticas públicas atiendan al proyecto y a esta necesidad. Pero como parte del trabajo sexual y actualmente las politicas son mas bien de carcter abolicionistas, lo veo complicado. En cambio, si lo vemos como una figura híbrida entre la asistencia personal y la sexual, podría ser un buen mecanismo. Sería super interesante poder regularizar.

-- ¿Alguna vez se has encontrado con alguna conducta inapropiada de un asistido?
-- Alguna vez limitas antes qué se puede hacer y qué no, pero en el momento, cuando la persona está excitada, me han propuesto hacer otra práctica. Aun así, nunca me he sentido incómoda ni violentada. En ese momento lo intentan por si cuela, pero a la que le comento que no es lo que habíamos pactado y que no me siento cómoda con eso, han parado y no han insistido.

-- Bajo su experiencia, ¿hay más demanda de hombres o de mujeres?
Siempre hay mucha más demanda de hombres heteros, blancos, de entre 30 y 60 años. Ese es el abanico. Hay más hombres porque, en las mujeres todavía hay muchos más tabús a nivel cultural y social.

-- Y en el caso de las mujeres que le llaman, ¿qué perfil tienen?
-- Solo atiendo a una mujer. Es una mujer que tiene discapcidad fisica y problemas en el habla, de 28 años. Me sorprendió bastante porque accedió a mí teniendo pareja. Me dijo: "tengo a mi chico, pero no disfruto del sexo con él porque tambien tiene una diversidad funcional y a nivel motriz le cuesta. Cuando me pregunta de qué manera quiero que me lo haga, no sé qué decirle porque yo no puedo acceder a mi cuerpo, no sé qué me gusta y qué no. Solo quiero que me acompañes a nivel sexual para empezar a conocer mi cuerpo, qué me gusta, qué no, dónde siento más placer, con qué intensidad...". Gracias a eso le podía decir a su pareja para ubicarse ella y ubicarle a él.

-- ¿En Asistenciasexual.org todo el mundo puede añadir su perfil?
-- Sí, pero el técnico es el responsable de mirar que no haya ningún anuncio inapropiado, fotos de contenido explícito o que no se ofrezcan servicios más allá de la asistencia. 

El perfil de Montse García en Asistenciasexual.org / ASISTENCIASEXUAL.ORG

El perfil de Montse García en Asistenciasexual.org / ASISTENCIASEXUAL.ORG

-- ¿De qué depende el precio que piden por asistir a alguien?
-- Cada uno pone el precio que quiere. También hay quienes aceptan trueques. Por ejemplo, hace una hora de asistencia seuxal y, si la otra persona entiende de idiomas, pues le da a cambio una clase. Pero no es lo que más se acostumbra a hacer.

-- No obstante, llama la atención de que se cobre por hacer algo altruista. 
-- Yo no creo que sea algo altruista. Si en algún momento queremos regularizar la profesión, una manera de hacerlo es cobrando. Todos trabajamos por un sueldo. De toda la parte altruista y de voluntariado intento alejarme porque no es una manera de profesionalizarlo, sino de caer en el buenismo diciendo que son personas con discapcidad. 

-- ¿Es compatible tener pareja con ser asistente sexual?
-- Yo soy una persona no monógama y he tenido mis vínculos, pero a todos siempre les he comentado desde el inicio para que supieran. Intento no ocultarlo y que la persona con la que esté lo sepa, por si acaso no estuviera de acuerdo. Pero nunca he tenido problemas. Nunca lo he querido vivir como un tabú y como algo a ocultar. 

-- ¿Ha rechazado alguna vez asistir a alguien?
-- Sí, pero no por temas de fisico ni por sueldo, sino porque estaba lejos y no me salía a cuenta ese desplazamiento. O porque a lo mejor, en el primer contacto por e-mail, ha insistido con otras prácticas sexuales y yo no me he sentido cómoda. 

-- ¿Qué proceso hace desde que una persona te contacta?
-- Cuando la persona se pone en contacto conmigo, que a veces es la persona a la que doy el servicio, los familiares o los profesionales de una residencia, se ponen en contacto vía e-mail para aclarar conceptos. Antes de vernos hago, o bien un café o bien una videollamada, para ponernos cara y aclarar dudas. Por ejemplo, para que me pongan al día sobre las zonas en las que tienen o no sensibilidad y para yo contarles mis funciones, qué hago, qué no hago... 

-- ¿Qué papel juegan las familias?
-- Los familiares que se han puesto en contacto conmigo siempre han sido las madres porque han visto que había un interés grande para sus hijos y desde el sistema público de salud no les han dado soluciones ni alternativas. Recuerdo el caso de una madre que me impactó mucho porque le aconsejaron que fuera ella quien masturbara a su hijo. Me contaba que acabó llorando y yéndose al baño a vomitar porque no era cosa de ella. No sé cómo un terapeuta con dos dedos de frente le pudo recomendar eso a una madre. Cuando conoció la figura del asistente sexual entré yo a formar parte de eso. Su hijo tenía un autismo bastante severo y él podía acceder a su propio cuerpo, pero no sabía. Cuando intentaba masturbarse se hacía daño. Yo le ayudaba a hacerlo, le explicaba cómo disfrutar de su propio cuerpo sin lastimarse.