Tres de cada cuatro mujeres sin hogar de Barcelona han sufrido algún tipo de violencia en 2022, según los datos de Assís Centre d’Acollida, lo que implica un aumento de un 7% con respecto al año anterior.
De este porcentaje, el 97% ha sufrido violencia psicológica, el 67% física y el 61% sexual. Además, la entidad destaca que el 51% de esta violencia está perpetrada por personas que no están en situación de calle, lo que se puede considerar como aporofobia. Para más inri, el tiempo medio que estas mujeres viven en la calle ha aumentado hasta los tres años, lo que supone un 38% más que el año anterior y un 50% más que dos años atrás.
El 25%, víctimas de violencia sexual
Según los datos de Assís Centre d’Acollida, el 58% de las mujeres sintecho de Barcelona sufren acoso e intimidación frente al 49% de los hombres; el 54% de las mujeres han sufrido agresiones físicas frente al 41% de los varones y el 25% de las mujeres sufren violencia sexual, inexistente en el caso de los hombres.
Además, se ha detectado un incremento de mujeres que se han visto obligadas a pernoctar en la calle: más de la mitad se han visto obligadas a pasar una noche a la intemperie, concretamente del 41% en 2021 al 55% en 2022. También se ha incrementado el número de mujeres que se han encontrado en situación de sinhogarismo en los últimos 6 meses, pasando del 10% en 2021 al 22,5% en 2022
Miedo e inseguridad constante
La entidad remarca que las mujeres en situación de calle se enfrentan a condiciones peores y son más vulnerables por una cuestión de género. "La sociedad las sitúa en desventaja, son víctimas de violencia, sienten miedo e inseguridad constantemente y, además, se ven más afectadas que los hombres por los estigmas sociales", señala el informe.
Según la responsable del programa Mujeres Con Hogar de Assís, Elena Sala, el hecho de que desde Barcelona se haya apostado por una estrategia de prevención del sinhogarismo femenino, dotada de recursos y de atención específica, ha tenido un impacto positivo, aunque ha llamado a "seguir dando respuesta al aumento de mujeres que viven en situación de pobreza".
Se cortan el pelo o se disfrazan
Ferran Busquets, presidente de la Fundación Arrels, explicó a este medio que, a pesar de que solo entre el 10% y el 20% de los sintecho en Barcelona son mujeres o personas no binarias, padecen más violencia. Según los datos de esta fundación los datos reflejan que el 48% de las féminas que viven en la calle han sufrido algún tipo de violencia, frente al 46% de ellos. Una cifra que explica por qué ellas acuden con mayor asiduidad a los refugios que ofrece el Ayuntamiento de Barcelona y diversas organizaciones para protegerse. “La mujer en la calle acaba siendo víctima de abusos y agresiones sexuales”, denuncia Busquets.
Para evitar este tipo de situaciones en los refugios existen espacios reservados únicamente para ellas, pero esto no impide que los hombres se aprovechen de su vulnerabilidad, señalan desde la entidad. Sin embargo, están más resguardadas que en la calle. Las mujeres que se hacen visibles en la vía pública son blanco de agresores sexuales. “Es un problema gravísimo, nos manifiestan que en invierno están mejor porque al taparse no las reconocen. Hay otras mujeres que se cortan el pelo o se disfrazan para parecer hombres”, añaden. “El gran drama de las mujeres sin hogar que no están en la calles es que pagan un precio muy alto para permanecer en pisos de hombres a cambio de sexo”, agrega el director de la entidad.