Los embalses de las cuencas internas de Cataluña se encuentran a apenas el 27,78% de su capacidad, una cifra preocupante teniendo en cuenta que el año pasado por estas fechas tenían casi el doble de agua: un 53,5%.

Así lo refleja la actualización este martes del informe del estado de los embalses de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA). El balance de cada uno de los pantanos arroja el siguiente balance: el de Darnius Boadella está al 30,85% de su capacidad --al 40,29% hace un año--; el de Sau al 14,99% --hace un año estaba al 47,95%--; Susqueda al 36,66% --frente al 61,47% del 2022--; La Baells al 26,33% --52,01% hace un año--; La Llosa del Cavall al 26,21% --51,12% el año pasado--; Sant Ponç al 40,25% --75,61% hace un año--; Foix al 76,26% --al 91,42% hace un año--; Siurana al 7,79% --frente a un 30,06%--; y Riudecanyes al 9,11% --20,70% el año pasado--.

El estado de los embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), con una capacidad superior a los cinco hectómetros cúbicos, se sitúa en el 38,67%, cuando hace un año se hallaban al 56,7% de su capacidad.

La Generalitat impone restricciones

Ante esta situación, la Generalitat de Cataluña decretará este miércoles la fase de "excepcionalidad" por la intensa sequía en el sistema Ter-Llobregat y en el acuífero del Fluvià Muga, una medida que conllevará reducciones en el uso del agua y que afectará a 224 municipios de 15 comarcas con más de seis millones de habitantes afectados.

Cataluña lleva más de dos años de sequía y, con esta nueva fase de excepcionalidad, que decretará este miércoles la Agència Catalana de l'Aigua de la Generalitat (ACA), se prohibirá regar zonas verdes públicas y privadas y limpiar la calle con agua potable, entre otras medidas.

La Generalitat permitirá el riego "gota a gota" o con regaderas para evitar que los árboles mueran y reducirá la dotación de agua media por persona, que en situación de excepcionalidad pasará a ser de 230 litros por habitante y día.

Sanciones

La fase de excepcionalidad conllevará también la reducción del 40% de agua para uso agrícola, así como la reducción para usos industriales (15%) y lúdicos ---15% en usos asimilables y 50% en riesgo--. El cumplimiento de estas restricciones lo controlará el Govern catalán con sanciones.

La consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña, Teresa Jordà, ha afirmado que la prioridad es garantizar el agua de boca y evitar el riesgo de desabastecimiento.

Traslado de agua de Sau a Susqueda

El Govern, asimismo, ha aprobado aumentar el volumen de agua que traslada diariamente del pantano de Sau --uno de los más afectados por la sequía-- al de Susqueda para evitar que se mezcle con el barro del fondo.

Entre mayo y junio, por otra parte, podría activarse el aprovechamiento del riego Comtal, que aportaría 200 litros por segundo, y el ACA requerirá a los ayuntamientos con pozos municipales para que los activen para sumar 300 litros por segundo.

El Govern también ha aprobado este martes un decreto ley destinado a proteger la disponibilidad de las fuentes de suministro de las redes de abastecimiento de agua potable para evitar interrupciones del servicio en las casas.