Un grupo de 30 de profesores ha ocupado la sede del Consorcio de Educación de Barcelona (CEB) en señal de protesta durante el segundo día de huelga. La movilización la han protagonizado miembros de Ustec, Intersindical y CGT, que han accedido a las dependencias de los servicios territoriales para trasladar sus reivindicaciones laborales al responsable de recursos humanos, que les ha atendido con cordialidad.
Además, han aprovechado para empapelar las puertas con frases como Bye bye Cambray, Educación y sanidad pública y de calidad y Quien recorta, no lleva a los hijos a la pública.
Diez jornadas de huelga
El conflicto de los profesores contra el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, no es nuevo. Hay que remontarse a marzo de 2022 cuando convocaron varias jornadas de huelga que sólo se desconvocaron tras acordar el retorno de la hora lectiva y con la condición de negociar el resto de mejoras laborales antes de que finalizase el trimestre escolar. Un acuerdo que no ha servido para evitar nuevas movilizaciones. Y ya van diez.
Después de 14 mesas sectoriales y meses de conversaciones, la comunidad educativa ha vuelto a movilizarse esta semana. Este jueves los sindicatos se manifestarán delante de la Conselleria de Educación para reclamar la reversión de los recortes a unos responsables que, lejos de hacer autocrítica, aseguran haber hecho "todo lo posible" para evitar la huelga. Según los datos aportados por el Departamento, el seguimiento ha sido del 5,15%.
El 'conseller' de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, durante una sesión plenaria en el Parlament / David Zorrakino - EUROPA PRESS
La unidad sindical desaparece
Sin embargo, si hay algo que está evidenciando la huelga educativa es que ha desaparecido la unidad sindical de la que presumían en las anteriores. De hecho, los portavoces de algunas organizaciones han expresado cierto malestar con Ustec, que convocó primero el paro sin contar con el apoyo del resto y bajándose de las conversaciones con la consejería.
Unas acusaciones de las que se defiende uno de sus portavoces, Xavier Díez: “Lo hicimos con la voluntad de provocar, se ha demostrado que solo mueven ficha cuando anuncias paros”.