Se desploma la oferta de pisos de alquiler en Barcelona: los pequeños propietarios tiran la toalla

Los impagos de los inquilinos, los numerosos gastos asociados y las políticas regulatorias para frenar los precios del alquiler complican la situación de los pequeños propietarios, que empiezan a tirar la toalla, y dejan de arrendar sus viviendas, o las venden, para evitar riesgos.

Al igual que las hipotecas, el alquiler se ha encarecido exponencialmente en Barcelona, llegando a al anzar "un precio récord" de --1.066 euros mensuales de media según los últimos datos de fianzas depositadas en el Incasol, en el tercer trimestre de 2022--, que podría incrementarse todavía más a lo largo de 2023. 

Estoc de viviendas de alquiler bajo mínimos

Así, cada vez es más difícil alquilar en la capital catalana que, según los datos que manejan los principales portales inmobiliarios, tiene el estoc de viviendas de alquiler más bajo de los últimos siete años, y los propietarios cada vez son más reacios a poner en manos desconocidas, una vivienda en la que han invertido el trabajo de toda su vida.

Patronales y agentes del sector consideran que la nueva ley de vivienda, enfocada al control de los propietarios, todavía empeorará más las cosas. Sobre todo, teniendo en cuenta que cada vez hay una mayor demanda de pisos de alquiler.

Seguros de impago, una tranquilidad excluyente 

Una de las soluciones a la inseguridad o desprotección jurídica que sienten muchos de los pequeños propietarios es el conocido seguro de impago de alquiler, pensado para dar solución al arrendador, en caso de encontrarse con un inquilino moroso, que dehja de pagar las mensualidades.

Sin embargo, este tipo de pólizas por las que optan muchos arrendadores como salvavidas, explica el citado medio, exluyen de la operación a muchas personas, ya que se suele exigir que la renta no supere el 35% de los ingresos, además de otros requisitos de estabilidad laboral.