Como cada enero, Madrid se convierte durante cinco días en el epicentro del turismo nacional e internacional. Un potente evento diseñado a la altura de las expectativas de un sector que observa con optimismo su recuperación tras la pandemia. Las cifras así lo constatan. El recinto ferial de Ifema reúne en ocho pabellones a 8.500 empresas participantes y 755 expositores (un 32% más respecto al 2022) de 131 países, con Guatemala como país socio de la 43ª edición. En cuanto a la afluencia de público, además de los cerca de 120.000 profesionales acreditados, y en espera de las cifras definitivas, se estima que acudan entre 80.000 y 90.000 visitantes durante el fin de semana.
Un magnífico escaparte internacional en el que todas las comunidades autónomas españolas están presentes. Cataluña ha desplegado en su estand una oferta variada y de calidad con algunas novedades y el propósito de impulsar un destino de enclaves consolidados y otros menos conocidos, pero con mucho potencial.
Barcelona más allá de Barcelona
Ese es el caso de la provincia de Barcelona, cuya capital eclipsa un entorno extraordinario. Más en un año de aniversarios culturales que llenará las salas de sus museos con exposiciones de Picasso, Miró y Tàpies. Por ello, con el objetivo de promocionar otros municipios, la Diputación de Barcelona pondrá en marcha a partir de la próxima primavera una nueva experiencia: los trenes turísticos tematizados. De momento serán seis itinerarios inspirados en recursos como el patrimonio, la naturaleza y la gastronomía. Una manera amable y sostenible de disfrutar de los numerosos atractivos de la provincia.
Fitur fue también el marco de presentación del proyecto de recuperación del arte de la Piedra Seca de Pont de Vilomara i Rocafort, localidad que en 2022 sufrió un terrible incendio que afectó a más de 1.743 hectáreas de su demarcación. Este municipio de la comarca del Bages atesora 1.754 construcciones de Piedra Seca, un peculiar método de edificación que consiste en superponer piedras sin usar ningún otro material de unión. Un tesoro arquitectónico, conformado por barracas, hornos, muros, puentes o tinas, muy ligado a la tradición vinícola de la comarca que, entre 1860 y 1890, fue el territorio con más viñedos de toda Cataluña. Actualmente las instituciones trabajan conjuntamente en la creación de rutas didácticas para dar a conocer este valioso patrimonio histórico.
El litoral: mucho más que sol y playa
El extenso litoral es otro importante reclamo turístico de Cataluña. La Costa Brava reúne en su territorio un generoso ramillete de tentaciones. Esta temporada llega además cargada de eventos, inauguraciones y novedades. Lloret de Mar se estrena este año como Capital de la Cultura Catalana con un nutrido programa de actividades que incluye exposiciones, visitas guiadas, conciertos o espectáculos teatrales y de danza. También lo arranca con un nuevo espacio cultural, inmersivo y multisensorial, vinculado al mar y la sostenibilidad, ubicado en el Castillo d’en Plaja de Lloret.
Algunos meses más habrá que esperar para asistir a otros dos acontecimientos de Costa Brava Pirineo de Girona. Previsiblemente en verano será el turno de El Bulli 1846, el centro que guarda la memoria del legendario restaurante de Ferran Adrià en Roses; y en otoño llegará otra ansiada apertura gurmet, la de los hermanos Roca y su nuevo centro gastronómico y cultural en Sant Julià de Ramis que contará con restaurante, destilaría y hotel.
Dalí y los volcanes
No solo el ámbito culinario está de enhorabuena, la cultura, el arte o la naturaleza son igualmente protagonistas del 2023. Begur contará desde febrero con un Centro de Interpretación de los Indianos de Cataluña; a partir de la próxima primavera la casa natal de Dalí en Figueres organizará visitas guiadas inmersivas al hogar familiar del genio surrealista y Olot cuenta desde el pasado marzo con un centro de investigación y divulgación sobre vulcanismo en el Parque Natural de la Garrotxa, el Espai Cràter.
Más al sur, en la provincia de Tarragona, la Costa Daurada con sus famosas playas de aguas tranquilas es perfecta para el turismo familiar, sin olvidarnos de Tarragona, con su extraordinario legado romano, Patrimonio Mundial de la Unesco. La singularidad del litoral de las Terres de l’Ebre es otro de los puntos fuertes de la costa catalana. Calas solitarias rodeadas de pinares y extensas playas de aguas cristalinas aderezan un enclave excepcional abanderado por el Parque Natural del Delta del Ebro, un espacio protegido Reserva de la Biosfera.
Naturaleza y patrimonio: joyas de interior
Treinta años lleva la marca Ara Lleida impulsando esta bella demarcación de espléndida naturaleza y rica en patrimonio cultural. Aquí encontramos el único parque nacional de Cataluña, el de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, dos parques naturales, el Cadí-Moixeró y el del Alto Pirineo, y más de 20 espacios naturales protegidos. Imponentes cumbres y el agua de sus numerosos lagos, lagunas, cascadas y ríos engalanan un paisaje ideal para la práctica del turismo activo y del senderismo.
La capital, Lleida, es el epicentro cultural con la antigua catedral, conocida como la Seu Vella, candidata a ser designada Patrimonio de la Unesco. En esta tierra de castillos, de dólmenes, de vestigios rupestres o vetustos templos centenarios, como el conjunto románico de ocho iglesias y una ermita de la Vall de Boí en la Alta Ribagorça, sobran los motivos para organizar una magnífica escapada.