"Quieren aprovechar la polémica del sorteo de una prostituta para sacar el cuartel". Es lo que dicen soldados de tropa del Cuartel del Bruc de Barcelona, que se quejan de que "algunos están usando la polémica de la rifa de una escort para denigrar a la instalación y avanzar la idea de que hay que quitarlo de allí".
En condición estricta de anonimato, militares del acuartelamiento, que aloja al Regimiento de Infantería número 36 de Barcelona y el Archivo Intermedio Militar Pirenaico recuerdan que el sorteo de una trabajadora sexual "no pasó", pues se ofreció, pero jamás se ejecutó. "Lo organizaron unos chavales con los que nadie se relacionó, y la inmensa mayoría declinó su oferta por machista".
"Una minoría"
Los efectivos del Ejército de Tierra (ET) acotan los hechos "entre el final de la semana pasada y esta". Agregan que se enmarca "en las celebraciones del Día de la Inmaculada Concepción, pero no tiene nada que ver con los actos oficiales". Enumeran que "cada año se organizan yincanas, paelllas y otras actividades habituales en un cuartel".
El sorteo de una prostituta lo organizaron "unos soldados a título individual". Su oferta en público "nadie la escuchó porque los tiempos en el Ejército han cambiado". Según estas fuentes consultadas, "si alguien se pasa de la raya, recibe un correctivo". Negro sobre blanco, el sorteo se organizó, pero no se llevó a cabo.
"Muy controlado"
Estos efectivos recuerdan que "el Ejército ya no es como en los años 80: ha avanzado, se ha desplegado una visión feminista y se trata a la mujer de igual a igual". En este contexto, el sorteo es "inaceptable", por lo que "recibió un muy frío apoyo dentro del cuartel".
"Nadie entró al trapo. O muy pocos. Si participas en algo así se te cae el pelo", insisten. "Fue una acción al margen del colectivo y para nada representativa del trabajo que desempeñamos como Fuerzas Armadas Profesionales", valoran.
"Nos quieren desprestigiar"
La tropa consultada lamenta que "se les estigmatice y trate de desprestigiar" por "la acción de unos pocos a quien casi nadie hizo caso". Ello, no obstante, tiene un objetivo, deslizan. "Quieren aprovechar la polémica para desgastar la imagen y avanzar en la agenda de quitar el Cuartel del Bruc del tejido urbano de la ciudad".
Se refieren a los intentos de partidos nacionalistas catalanes de intentar expulsar el acuartelamiento del barrio de Pedralbes y conseguir la cesión de la instalación a la ciudad. Lo han reclamado ERC y Junts en distintas ocasiones, orillando el impacto operativo y económico del equipamiento.
Sorteo
En efecto, ese debate se ha reactivado ahora con la controversia del sorteo de una trabajadora sexual, que ha generado condenas del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y de la consellera catalana de Igualdad y Feminismos, Tània Verge.
Según avanzó Ara, la oferta sexual se habría vehiculado mediante un cartel impreso en la cantina y un chat de Whatsapp en el que participaron militares de diversos rangos. Ante ello, el Ejército ha trasladado el asunto a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).