100 días en la Antártida: así trabaja el ejército español en el continente más frío del mundo

El próximo 8 de diciembre, 17 miembros del Ejército de Tierra partirán rumbo a la Antártida para iniciar la 36ª campaña de investigación antártica, un proyecto militar que realiza la armada cada año desde 1988 en colaboración con el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España y que tiene como objetivo desarrollar diversos proyectos científicos.

La campaña, que recibe una media de 10 millones de euros anuales por parte del Ministerio, apoya la labor investigadora que científicos de todos los países realizan en la base 'Gabriel de Castilla' ubicada en la Isla Decepción y gestionada por el Ejército de Tierra. Un total de 28 proyectos científicos están previstos en esta campaña, que reunirá a 225 participantes entre personal científico, técnico, dotación y tripulación.

Labores de investigación y mantenimiento

Durante 100 días, militares e investigadores convivirán en las diferentes bases para realizar labores de investigación y mantenimiento de las instalaciones. Entre los proyectos de esta edición, 14 están financiados por la Agencia Estatal de Investigación. La mayoría están relacionados con las ciencias de la vida --vegetación polar, cambio climático, consecuencias ecológicas y evolutivas de la personalidad en pingüinos-- pero también con las de la tierra --geomorfología clásica, evolución de los glaciares--.

Además, la expedición trabajará en algunos proyectos que se desarrollan desde hace ya 20 años, relacionados con la geodesia, la vigilancia volcánica o la meteorología, han explicado diversos miembros del Ejército de Tierra este miércoles durante la presentación de esta expedición científico-militar en la Universitat Abat Oliba de Barcelona.

Isla Decepeción

La base antártica 'Gabriel de Castilla' está constituida por una serie de módulos dotados de todos los recursos necesarios para que el personal desplegado viva y trabaje en las mejores condiciones posibles.  

Además, se encuentra ubicada en la Isla Decepción, un lugar excepcional desde el punto de vista científico por su actividad sísmica y volcánica, así como por los procesos de colonización de flora, líquenes y musgos que han seguido a los depósitos variables de cenizas.