Un padre pierde a sus tres hijos por la misma enfermedad hereditaria

Un hombre ha perdido a sus tres hijos por la misma enfermedad hereditaria. El ciudadano Régis Feitosa, de 52 años, ha enterrado a sus tres descendientes que perdieron la vida por la misma dolencia adquirida que él mismo les transmitió. 

En una entrevista en BBC News Brasil, el hombre ha explicado que él y sus tres hijos fueron diagnosticados del síndrome Li-Fraumeni en 2016. Esta enfermedad es un trastorno extraño que aumenta exponencialmente el riesgo de desarrollar cáncer. Está causado por la mutación de un gen, el TP53, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. 

Tres cánceres letales

Eso es exactamente lo que pasó a sus hijos. "Los resultados demostraron que yo tenía una alteración genética que lamentablemente también se transmitió a mis hijos y que potencia la aparición de cáncer. En apenas cuatro años y medio perdí a todos mis hijos", ha admitido el padre. 

No obstante, Feitosa lidia con su sentimiento de culpa. "Como dijeron mis hijos, soy tan víctima como ellos", zanja. 

Sin dolencias previas

El progenitor ha precisado que ni él ni sus descendientes tenían patologías previas que hicieran pensar en un mal desenlace. Pero lo peor ocurrió. Su hija mayor, Anna Carolina, encajó el diagnóstico en 2009. Sufría leucemia linfocítica aguda. Luchó contra la enfermedad durante años, pero los médicos le hallaron iun tumor cerebral en 2021 y murió el pasado 19 de noviembre a los 25 años. 

Mientras, en 2017, los sanitarios detectaron el mismo tipo de cáncer a su hija menor, Beatriz. La niña se sometió a un trasplante de médula ósea, pero la agresividad de la enfermedad se llevó a la pequeña. Falleció con solo 10 años el 24 de junio de 2018. 

Sigue luchando

Algo similar sucedió a Pedro, su único hijo varón, a quien los doctores le diagnosticaron osteosarcoma, un tipo de cáncer óseo que se desarrolla en la metáfisis de los huesos largos. El adolescente se sometió a diversos tratamientos, pero en 2019 hizo un tumor cerebral. Falleció el 30 de noviembre de este mismo año. 

En paralelo, el propio Régis Feitosa brega contra una leucemia linfoide crónica que le diagnosticaron en 2016. Asimismo, hace frente a un linfoma de Hodgkin que le detectaron en 2021. No obstante, mantiene toda la esperanza y las ganas de vivir, haciendo suyas las palabras que le dedicaron sus malogrados hijos. 

"Vivir intensamente"

"Hoy mi opinión es que tenemos que vivir intensamente, con la mayor alegría", prescribe. 

"Mi hijo dijo una frase muy coherente --continúa-- 'Nadie puede medir el dolor del otro'. No creo que haya un problema más grande o más pequeño, el hecho es que no podemos medir el dolor del otro".