La unidad de Covid persistente del Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona) sigue recibiendo pacientes y dando pocas altas. Según el centro hospitalario, el flujo de nuevos ingresos no cesa mientras las salidas no alcanzan ni un 10%. "Analizando todos nuestros pacientes hemos podido dar de alta poquitos, menos del 10%", ha destacado la coordinadora de la unidad de Covid persistente del Germans Trias, Lourdes Mateu.
Mateu es especialista en enfermedades infecciosas y esta semana ha participado, junto con la responsable de la consulta poscovid del Hospital Clínic de Barcelona, Gema Lledó, en un debate sobre covid persistente de CaixaResearch, organizado por la Fundación la Caixa.
Más de 200 síntomas complican el diagnóstico
En España hay actualmente más de un millón de personas que sufre Covid persistente, una enfermedad que se manifiesta con diversos síntomas –más de 200 diferentes, según la OMS-- y afecta a entre el 10 y el 20% de la población a medio y largo plazo, tras haberse recuperado de la enfermedad inicial por Covid. Esta cifra alcanza en Europa los 17 millones de afectados.
La comunidad científica señala como los síntomas más comunes la fatiga, el dolor de cabeza, dolores musculares y la niebla mental (desorientación, confusión y dificultad para concentrarse), una heterogeneidad que dificulta tanto el diagnóstico como la terapia.
Seis meses de lista de espera
Según Mateu, "parece ser que la prevalencia con ómicron es mucho menor que con la original -la de Wuhan-" y al parecer la vacuna también "sería un factor protector de covid persistente", aunque faltan estudios para corroborarlo. Sin embargo, no quiere decir que no tengamos pacientes con Covid persistente que se han vacunado y han sido infectados con ómicron", ha subrayado. De hecho, en la unidad de covid persistente del hospital Germans Trias "sigue llegando el mismo flujo" de pacientes, asegura Mateu.
En esta unidad multidisciplinar que atiende los casos más graves de Covid, la lista de espera es de alrededor de seis meses, ha lamentado la doctora, quien ha indicado que en países vecinos como el Reino Unido el plazo es mucho peor, de hasta un año.
Sin cura
La doctora Lledó ha remarcado que hoy en día "no hay nada curativo" y todo el tratamiento consiste en minimizar la sintomatología, aunque, a la espera de que la investigación avance, hay razones para el optimismo.
"Hay pacientes que mejoran y, cuando les planteas cuantificar su situación en comparación a antes de la infección, ellos mismos ven que por ejemplo han pasado del 30% al 60%, y hay pacientes que se han acostumbrado a estar tan mal que cuando llegan al 80% se encuentran super bien, y esto a veces ya nos vale si pueden hacer una vida normal", ha resaltado.