Supervivientes de cáncer denuncian la discriminación por parte de bancos y aseguradoras

Yaiza tenía 21 años cuando fue diagnosticada con un linfoma inclasificable. Después de más de seis años de lucha, consiguió vencer al cáncer. Ahora, con 30 años, no solo tiene que hacer frente a numerosas secuelas físicas que le ha dejado la enfermedad, sino que también tiene que afrontar toda una serie de limitaciones en el ámbito social, familiar y profesional por el hecho de haber padecido un cáncer.

"He conseguido superar una enfermedad muy dura, pero lo que viene después no es mucho mejor", lamenta Yaiza. Como ella, se calcula que cada año entre 4.000 y 5.000 jóvenes son diagnosticados con leucemia aguda o un linfoma agresivo en España. De estos, el 50% asegura haberse encontrado con dificultades a la hora de solicitar un préstamo bancario y más del 80% dice haber tenido problemas al intentar contratar un seguro de vida. 

Derecho al olvido

Los datos se desprenden del último informe presentado por la Fundación Josep Carreras, que ha elaborado un estudio que analiza el impacto de la leucemia o el linfoma en las vidas de los jóvenes que han pasado por esta enfermedad y pone de manifiesto algunas discriminaciones que sufren estas personas como son el difícil acceso a productos financieros y seguros.

Un informe de la Unión Europea revela que España, junto a Islandia y Malta, son los únicos países que no cuentan con una regulación específica para blindar el acceso a productos financieros de los pacientes supervivientes de cáncer. En este sentido, la fundación reclama que las personas con antecedentes de cáncer tengan derecho al olvido para poder acceder a préstamos, hipotecas, seguros de vida o seguros de decesos, entre otras cosas.

Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras

Estudios y trabajo

Estas no son las únicas dificultades con las que se encuentran los supervivientes de leucemia o linfoma. Según apunta el informe, más de la mitad de los jóvenes aseguran tener dificultades físicas derivadas de la enfermedad para estudiar y el 40% declara haber tenido que volver a pagar las tasas universitarias tras retomar los estudios.

En cuanto al ámbito profesional, solo 1 de cada 2 supervivientes asegura haberse reincorporado al trabajo después de dos años y el 30% señala que lo hacen con condiciones laborales distintas a las que tenía. Por este motivo, la fundación pide disponer de un entorno de trabajo flexible, gradual y adaptado a las condiciones de estas personas manteniendo sus tareas y condiciones en la medida que las puedan llevar a cabo.

Sexualidad y fertilidad

Otro de los problemas que subraya el estudio es la falta de información respecto a los posibles efectos del tratamiento del cáncer relacionados con su sexualidad. Así, cerca del 80% de los jóvenes aseguran que les habría gustado recibir información sobre los efectos sobre su fertilidad en el futuro y si existía posibilidad de preservar sus óvulos o esperma antes del tratamiento. Solo 2 de cada 10 obtuvieron esta información.

Por último, el informe también pone de manifiesto la necesidad de que todos los pacientes reciban apoyo psicooncológico especializado durante y después de la enfermedad. El 50% de los pacientes han tenido que buscar ayuda psicológica por su cuenta,y cerca del 70% coinciden en que habrían necesitado más apoyo psicológico.