El autor confeso de un parracidio en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 2019, para el que la fiscalía pedía su ingreso en un centro psiquiátrico en lugar de cumplir la condena en prisión, recibirá el tratamiento pertinente para la esquizofrenia paranoide que sufre pero en libertad vigilada.
La sentencia, que se ha conocido este viernes y que ha avanzado La Vanguardia, aplica el veredicto del jurado popular, que dio por probado que Ismael M. había matado a su padre y había quemado el piso para borrar posibles pruebas, aunque lo considera exento de responsabilidad penal por su condición mental. Además, la sentencia mantiene la absolución para la presunta inductora del crimen Alba A.
La acusación recurrirá la sentencia
La Audiencia de Barcelona no solo la ha absuelto del delito de inducción de homicidio sino también del delito de estafa, por supuestamente engañar a Ismael M. para conseguir que le transfiriera dinero de las cuentas bancarias de su familia, siguiendo los pasos del veredicto del jurado popular
Por su parte, la acusación particular --en representación de la madre y la hermana del autor confeso del parricidio-- ha anunciado que recurrirá la absolución de Alba M. La abogada Aurora Muro, que ejerce a la vez como acusación y defensa, ha anunciado que ya está preparando el recurso con el que intentará probar que no se han valorado todas las pruebas en el juicio y que ha habido "contradicciones" en los razonamientos del jurado.
¿Manipuó Alba a Ismael?
Según la versión de la fiscalía, así como de la letrada que ejerce la acusación particular, en la primavera de 2018, Alba, la acusada, inició una relación sentimental con Arnau, amigo íntimo de Ismael. A raíz de este noviazgo, surgió una relación de amistad estrecha entre los tres, contexto que Alba aprovechó para construir un plan criminal consistente en obtener dinero de los padres de Ismael.
Tras descubrir que la familia de Ismael tenía una situación económica desahogada y que abonaba los estudios de su hijo sin demasiada fiscalización de los gastos originados, Alba urdió un plan para hacerse con el dinero, mantiene la acusación. Para ello, en verano de 2018 le dijo a Ismael que tenía una amiga, Julia, que estaba interesada en él. Conocedora de que el chico tenía carencias afectivas y que nunca había tenido pareja, simuló una relación sentimental haciéndose pasar por Julia a través de varias redes sociales. También se inventó otros personajes ficticios que, según la acusación y la fiscalía, usó para manipularlo, aislarlo y, en último término, instigar el crimen de su padre.