El caso de la niña olvidada en un autobús escolar en Sitges se cierra con multas de 10.000 euros

El Consejo Comarcal del Garraf (Barcelona) ha multado con 8.200 euros a la Fundació Pere Tarrés y con 1.262,43 euros a la Empresa Plana por estar vinculadas con el caso de una alumna de 3 años de la Escola Maria Ossó de Sitges, que se quedó sola durante todo un día en el autobús del transporte escolar.

La menor permaneció sola en el interior del vehículo desde las nueve de la mañana hasta las cuatro de la tarde sin que nadie se percatase de su ausencia. La encontró el conductor del autobús cuando se dispuso a emprender la ruta para recoger a los niños de la escuela. La menor fue trasladada a un centro médico donde los especialistas certificaron que se encontraba en buen estado de salud.

Hechos muy graves

Ese mismo día, el Consejo Comarcal del Garraf, institución responsable del servicio de bus escolar, abrió una investigación para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades. La presidenta del ente, Mònica Gallardo, firmó un decreto para abrir un expediente informativo a ambas empresas y suspendió cautelarmente a las dos monitoras responsables en esa línea, que transporta a un total de 62 alumnos.

Gallardo calificó los hechos de "muy graves" y aseguró haber tomado las medidas necesarias para que no vuelva a producirse una situación como esa. Ahora, las dos empresas implicadas deberán hacer frente a la sanción económica que se les impone. En el caso de la Fundació Pere Tarrés, el expediente informativo concluye que la empresa "no cumplió las determinaciones establecidas en el contrato, puesto que el servicio de monitorización de la ruta de transporte escolar de la Escola Maria Ossó no comprobó que todo el alumnado entrara aquella mañana en el centro y dejó desatendida una menor, que requiere de una mayor atención". En cuanto a la Empresa Plana, el Consell Comarcal ha concluido que el servicio de transporte escolar se realizó "sin cumplir las cláusulas que se recogen al reglamento", como la obligación de revisar el autocar al final de cada trayecto para comprobar que no queda nadie, ya que asegura que no se hizo una inspección exhaustiva al llegar a las cocheras después de hacer el servicio en la escuela.