Los comunes reconocen que "una mayoría de vecinos" de Sants "no quieren" el polémico Tanatorio junto a la Estación, aunque no "tienen margen" para pararlo. Son los dos mensajes que transmitió ayer el concejal Marc Serra, de Sants-Montjuïc, en relación a la controvertida obra funeraria que impulsa Funeraria San Ricardo.
Lo dijo Serra en una audiencia pública en el distrito en la que los residentes le interpelaron hasta en tres ocasiones sobre la transformación de la fábrica novecentista Germans Climent en una sala funeraria que se situará a escasos metros de un bloque de viviendas. El edil admitió el descontento vecinal, y en dos ocasiones reconoció que "una mayoría de vecinos no quiere" el tanatorio, aunque aseguró que el consistorio no puede detenerlo porque "no tiene margen".
"No queremos prevaricar"
El electo del partido de la alcaldesa Ada Colau subrayó que "no quieren prevaricar" impidiendo la polémica obra, pues se desarrolla "en terreno privado y cuenta con todos los permisos". Eso sí, Serra pasó de largo por las dos acciones judiciales que han interpuesto los contrarios al proyecto contra el plan urbanístico y la concesión de la licencia de obras.
Asimismo, el edil no mencionó que arquitectos como el exjefe de Patrimonio del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Rogent, ha firmado un demoledor dictamen contra la obra, alertando de que no es compatible con el entorno y que pondrá en riesgo la protección de Germans Climent, que es un bien cultural de interés local (BCIL).
Los vecinos piden explicaciones
Todo esto lo desgranó Serra después de encajar tres intervenciones muy críticas contra la inversión. Tres residentes le afearon que se hubieran permitido obras agresivas con las viviendas colindantes, como explicó este medio, que no se haya acometido la reforma de la plaza adyacente al polémico tanatorio o que la alcaldesa Ada Colau no se haya reunido con ellos.
A este respecto, los opositores al futuro Tanatorio de Sants recordaron que la primera edil avanzó que "llenaría el barrio de vida" cuando se inaugure la reforma de la Estación de Sants. Una obra que, sin embargo, esconde los trabajos de la sala funeraria.
Controvertido
Cabe recordar que la sala de velas en construcción es el proyecto funerario más criticado de Barcelona y entorno. Los opositores lamentan las consecuencias negativas sobre el patrimonio, sus viviendas y sobre la movilidad en el barrio.
Asimismo, han trascendido los intereses de los promotores, la familia Almirall Bellido, en el sector asegurador, lo que está prohibido por normativa municipal. Asimismo, este medio avanzó que los empresarios buscaban abrir más tanatorios en Barcelona, pero la moratoria municipal en vigor se lo frenó.