El uso de la mascarilla en el transporte público y, por ende, en el escolar es la última restricción vigente del Covid. Pero no por ser la única es bien asumida. De hecho, las familias y los profesionales de la educación reclaman eliminarla en el bus escolar ante la "insumisión" de los adultos desde hace varios meses. Consideran que seguir llevándola es un “sinsentido”, teniendo en cuenta que los menores ya conviven en otros espacios como las aulas o el patio. Incluso con compañeros que no son del mismo grupo.

La obligatoriedad del tapabocas en el bus, metro, avión y taxi es, hoy por hoy, una norma que no siempre se cumple. Sin embargo, el conseller de Salud, Manuel Balcells, no se abre a retirarla al estar a las puertas del invierno, cuando se prevé un aumento de contagios. Su predecesor, Josep Maria Argimon, sí apostaba por hacerla voluntaria, más que obligatoria. 

Manel Balcells, consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña / EP

Cabe recordar que el fin de la mascarilla no es una competencia autonómica, sino que depende del Gobierno. Sin embargo, esta vez el Govern no presionará a Sanidad para que la elimine, como sí hizo en el caso del certificado Covid para viajar. 

Una norma "innecesaria"

No obstante, los expertos consultados por Crónica Global tildan la norma de “innecesaria” porque de nada sirve que sea obligatoria si no se controla su uso. De hecho, la realidad es que muchos pasajeros no la utilizan, algo que no ocurre en el transporte escolar donde los responsables sí que son escrupulosos con la normativa.

“Es absurdo que se mantenga en los niños cuando los adultos son insumisos”, ha expresado una de las voces sindicales, expertas en el ámbito del ocio educativo --del que forma parte el transporte escolar--.

Revisar y actualizar el protocolo

“Creo que su uso debe quedar como algo voluntario. De hecho, cuando comience la gripe yo me la pondré, más por profilaxis que por obligación”, espeta. En la misma línea se pronuncia Pilar Gargallo, portavoz de la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña, quien considera que la Conselleria de Salud debería revisar el protocolo y actualizarlo, de manera que los alumnos no tengan por qué llevar el tapabocas en cada trayecto.

Y es que, hasta ahora, los alumnos en clase no llevan la mascarilla, pero deben ponérsela si, esos mismos, se suben en el bus escolar para hacer una excursión. Por eso, Gargallo recuerda que los estudiantes ya conviven en el aula o en el patio, por lo que el riesgo de contagio no crece en el vehículo.

No obstante, entiende que las empresas de transporte quieran defender a sus conductores, por lo que propone, por ejemplo, que sean ellos quienes mantengan la restricción en esos casos.

Suben los casos

También Quique Bassat, pediatra especialista en Medicina Tropical y Epidemiología, considera que “no tiene sentido que siga siendo obligatoria” en el transporte público, mucho menos en el escolar. Sobre todo, cuando "no hay personas de riesgo".

Pasajeros en el Metro de Barcelona / CG

Apuesta por retirarla, aunque cree que sería “poco coherente” con el discurso que ha mantenido los últimos días el conseller de Salud: “No se pueden hacer reglas a medida. Están subiendo los casos y, por eso, es difícil justificar una retirada de la mascarilla en esta circunstancia”.

Poca sensibilidad hacia los niños

Por su parte, la presidenta de la Affac --Asociaciones Federadas de Alumnos de Cataluña--, Belén Tascón, critica que el Govern siga teniendo esta “falta de sensibilidad” hacia los menores. Una línea que, a su parecer, se ha sostenido durante toda la pandemia, cuando el Ejecutivo autonómico no ha pensado en medidas concretas para los más pequeños. 

“Se ha hecho una gestión pensando únicamente desde el punto de vista de los adultos”, ha manifestado. Por eso, vuelve a poner en tela de juicio el uso del tapabocas en el transporte escolar, que no solo supone una barrera para la socialización, sino una restricción “indiscriminada” y que no tiene en consideración a los que más han sufrido las consecuencias del Covid.