Halloween está quitando posiciones a fin de año como fiesta estrella. Por eso, los empresarios del ocio nocturno se preparan para encarar una noche que "cada vez está más de moda" porque está más centrada en los locales y no tanto en las casas, y muestran su preocupación ante el aumento de los altercados. "Hemos notado un aumento de la excitación y la agresividad", explica Fernando Martínez, director de Fecalon, en declaraciones a Crónica Global.
Por eso, los empresarios han reforzado las medidas de seguridad en sus establecimientos. "La prueba está en que en los locales no hay problemas, sino en los entornos". De hecho, ocurrió el pasado fin de semana en la avenida Paral·lel de Barcelona, cuando un joven murió apuñalado tras una trifulca entre las discotecas Brisas --que congrega público latino-- y Apolo.
Inquietud tras el asesinato en Paral·lel
Ese trágico suceso no ha hecho más que incrementar la inquietud en el sector, que insiste en que las administraciones refuercen los medios policiales a la salida del ocio nocturno para evitar robos. Además, reclaman que "se organicen los cambios de turno de los agentes" para que los delincuentes no les pillen en un descuido, así como imponer más controles en la vía pública.
En este sentido, Martínez asegura que el colectivo ha transmitido varias veces "su intranquilidad", pero no ha recibido respuesta del Ayuntamiento de Barcelona, más allá de sus intervenciones en la comisión de seguridad. "Los empresarios están muy preocupados porque ven a la gente muy agresiva y muy excitada", espeta.
Poca oferta para mucha demanda
Por otro lado, el portavoz de la patronal advierte de que "las actividades recreativas musicales son escasas" en el área metropolitana. "Se han reducido mucho las licencias y todo se ha dirigido a Barcelona, donde se han incrementado los problemas", lamenta.
De hecho, ha explicado que este fin de semana la discoteca Titus de Badalona "no pudo absorber a todo el público que tenía". "Tenemos un cierto temor a que toda la oferta de ocio nocturno no se pueda absorber con los locales que hay, ya que muchas licencias se han perdido por temas económicos".
Ante esta escasez de opciones para salir de fiesta, Martínez avisa de que los jóvenes acabarán haciendo botellón en la calle: "Hay muchas ganas de salir, es una franja de edad juvenil que lo ha pasado muy mal con el confinamiento", agrega. Ante esto, exige buscar nuevos espacios que sean compatibles con los vecinos.