Los Mossos d’Esquadra detuvieron el 25 y 27 de octubre a un hombre y una mujer de 48 y 47 años respectivamente como presuntos autores de un delito de estafa mediante el método phishing y pertenencia a grupo criminal.
La policía autonómica inició una investigación tras tener conocimiento de que varios clientes de una entidad bancaria estaban sufriendo estafas y que estas casi siempre seguían un mismo patrón: las víctimas recibían un SMS o una llamada de un hombre o una mujer que se hacían pasar por trabajadores de su banco. Después de ganarse su confianza, los clientes les facilitaban los datos bancarios que los estafadores necesitaban para llevar a cabo la estafa.
Suplantaban a las víctimas
Una vez que obtenían los datos, los presuntos estafadores suplantaban a las víctimas a través de internet para ordenar la retirada de dinero en un cajero determinado. Acto seguido, se personaban en cajero y, mediante el código que habían obtenido, conseguían retirar el dinero en efectivo.
Durante la investigación los Mossos d’Esquadra constataron que, pese a que los estafados eran de toda España, la extracción de dinero en metálico siempre se producía en cajeros de Vilassar de Mar, el Masnou, Badalona y Barcelona. Con toda la información obtenida, el 25 y 27 de octubre los agentes detuvieron a los presuntos autores de la estafa en Vilassar.
Estafaron 16.100 euros
Los Mossos les atribuyen un total de 45 estafas y de 57 extracciones ilícitas de dinero en efectivo de las víctimas en diversos cajeros del territorio catalán por un valor de 16.100 euros. Las 45 estafas corresponden a 45 denuncias en todo el territorio español, concretamente en las ciudades de Barcelona, Pamplona, Alicante, Sevilla y Cartagena, entre otras.
Tras pasar a disposición judicial el 28 de octubre los dos detenidos han quedado en libertad con cargos. La investigación continúa abierta dado que los investigadores tienen constancia de 100 denuncias más por una estafa total de más de 70.000 euros de la que, por el momento, se desconoce la autoría.
El 'modus operandi'
Los autores de la estafa siempre actuaban de la misma forma: después de realizar llamadas telefónicas aleatorias conseguían saber la entidad bancaria de las víctimas ganándose su confianza. Después, en otra llamada, obtenían datos bancarios básicos necesarios para ejecutar la estafa. Finalmente, los introducían las credenciales de las víctimas en la página web de la entidad y pedían remotamente el envío de una cierta cantidad de dinero a un cajero automático, que iban a recoger personalmente con el código proporcionado a través de la web.