El hijo de unos pastores evangélicos ha llevado a sus padres a los tribunales tras presuntamente maltratarlo por su orientación sexual. Este jueves se ha celebrado en la sección 9 de la Audiencia de Barcelona la primera sesión del juicio en el que el joven ha explicado las vejaciones que supuestamente sufrió por parte de sus progenitores, que llegaron a decirle que “tenía el demonio dentro", cuando les confesó que era gay.
Se trata de un caso de denuncias cruzadas, en el que los padres, seguidores estrictos de una rama del cristianismo evangélico, acusan a su hijo y al novio de este de agredirlos.
Se fue de casa
No obstante la fiscalía solo acusa a los progenitores. Para el padre solicita una pena de dos años y cuatro meses de cárcel, mientras que para la madre pide un año y medio por vejaciones y por una agresión en 2017, cuando la familia quedó para devolver el pasaporte a su hijo.
El joven ha expresado que en 2017, tras cumplir 18 años, se fue de casa por miedo a que sus padres descubrieran su homosexualidad y “le llevaran a algún sitio” o le infligieran algún castigo físico. Tras contarlo en el instituto, el joven se armó de valor y en una reunión en presencia de trabajadoras del centro educativo les comunicó a sus padres que era gay.
Actitud "amenazante"
Sus padres reaccionaron negativamente, hasta el punto en el que su padre le dijo que “el origen del pene es para estar en la vagina” y su madre le preguntó que cuánto tiempo llevaba siendo homosexual.
A partir de ese momento, la víctima ha relatado que sus padres le esperaban fuera del instituto con actitud “amenazante” con la intención de hacerle regresar a casa. De hecho, su padre llegó a entregarle un escrito en el que le decía que estaba cometiendo un pecado.
El padre le pegó un puñetazo
El día del episodio que motivó las denuncias por parte de ambas partes el hijo quedó con sus padres para que le devolviesen el pasaporte. A la cita acudió con su pareja, lo que provocó que los padres se negaran en rotundo a entregarle el documento. Esta reacción desembocó en un forcejeo entre madre e hijo.
En ese momento, el padre lo agarró y, cuando la pareja del joven intentó separarlos, el progenitor le propinó un puñetazo a su propio hijo. "Mi madre salió del coche, iba por detrás, y dijo que cómo me atrevía a pegarle a mi propio padre por un maricón", ha recordado la víctima.
Niegan los castigos
En el juicio han declarado, en calidad de testigos, varios miembros del centro en el que estudiaba el joven que han corroborado que el padre le profería comentarios homófobos, como que la decisión que había tomado su hijo era “una sentencia de muerte”.
Por su parte, los padres han declarado que vivieron como “un shock” que su hijo “cambiara su orientación sexual” y han asegurado que fue él quien atacó a su madre el día el día de los hechos. Ambos han negado haber infligido castigos físicos a su hijo, extremo que ha confirmado la hermana del joven afectado.