Los tres acusados de la agresión homófoba a un joven en el metro de Urquinaona en 2019 / TSJC

Los tres acusados de la agresión homófoba a un joven en el metro de Urquinaona en 2019 / TSJC

Vida

El ataque homófobo del metro de Urquinaona, a juicio: “Evito darle la mano a un chico en público”

La víctima se dirigía a su lugar de trabajo cuando fue abordada por varios jóvenes que le propinaron una brutal paliza en el andén del metro de Urquinaona

8 julio, 2022 13:25

Este viernes ha arrancado en el juzgado penal 20 de Barcelona el juicio contra tres de los cuatro presuntos autores de una agresión homófoba en la parada del metro de Urquinaona en 2019. Por estos hechos, la víctima ha declarado que no ha vuelto a mostrar "afecto en público" hacia otros chicos. 

Los tres acusados, para los que la fiscalía solicita cinco años de prisión, se han limitado a responder a las preguntas de la defensa. Dos de ellos han asegurado ante el tribunal que no sienten “animadversión hacia personas con tendencias sexuales diferentes” a la suya, mientras que el tercero ha descargado toda la culpa en un menor de edad que fue sentenciado con condena firme por estos hechos. Ha asegurando que tanto el adolescente como la víctima “estaban un poco borrachos” y se enzarzaron en una pelea que él intentó detener.

“Me preguntó si era maricón”

“El denunciante entendió mal un gesto que le hicieron mis amigos y por eso se pelearon, ambos se agredían”, ha expresado. No obstante, la versión de la víctima dista mucho de este escenario. El joven ha recordado que, el 12 de enero de 2019, después de subirse a uno de los vagones de la L1 en la parada de Rocafort sobre las seis y media de la mañana para ir a trabajar, como cada día, sintió las miradas y gestos de desaprobación de un grupo de jóvenes. “Llevaba una camiseta con un oso, símbolo de una tribu gay”, ha expresado la víctima.

El joven no le dio importancia y se sentó en uno de los asientos, pero uno de los agresores se sentó a su lado y se apoyó sobre él. La víctima decidió levantarse e ir a otra zona del vagón, pero el joven lo siguió haciendo “gestos relacionados con la feminidad a modo de burla”. “Me preguntó si era maricón y le dije que sí”, ha relatado la víctima. A partir de ese momento, tras conocer su identidad sexual, la violencia se intensificó, por lo que decidió activar el interfono del metro y manifestar al centro de control que se bajaría en la parada de Urquinaona porque varios jóvenes le estaban increpando. El resto de pasajeros no hicieron nada.

Lo golpearon “sin parar”  

Cuando se bajó del metro los jóvenes, que se dirigían a Badalona, se bajaron y lo persiguieron. A la altura de las escaleras, lo derribaron y le propinaron una brutal paliza. “Por un momento intenté defenderme pero estaba rodeado, así que intenté protegerme. Sentía golpes por todo el cuerpo”, ha relatado. La agresión continuó hasta la llegada de los vigilantes de seguridad del metro, que han declarado que los tres acusados golpeaban “sin parar” al chico en el andén “con las manos y los pies”.

Lesiones que sufrió la víctima por la paliza / METRÓPOLI

Lesiones que sufrió la víctima por la paliza / METRÓPOLI

Por estos hechos la víctima sufrió una brecha en el ojo, por la que recibió varios puntos de sutura, un hematoma interno en el ojo y varios moratones por todo el cuerpo. “Le dije al vigilante que me tenía que ir a trabajar y él me respondió que creía que no podría. Fue entonces cuando me hice la foto y vi el corte”, ha expresado. Incluso cuando los vigilantes ya los habían retenido, hasta que fueron arrestados por los Mossos, siguieron insultándolo y grabándolo. “Me sentía ridiculizado, la gente pasaba y se quedaba mirando. Ellos seguían increpándome. Me rompí a llorar y me metieron dentro de una cabina”, donde fue atendido por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM).

“No muestro afecto en público”

El menor de edad que también participó en estos hechos, y que ha declarado en el juicio en calidad de testigo, ha reconocido que se refirió a la víctima con el insulto “maricón”. El joven ha confirmado que le faltó al respecto y le molestó, alegando que había bebido porque venían de la discoteca Capitolio.

A raíz de la agresión, la víctima estuvo de baja una semana para recuperarse de las lesiones físicas. Las psicológicas todavía perduran. Aunque el Ayuntamiento de Barcelona puso a su disposición el servicio de un terapeuta del Observatori contra l’Homofobia, el joven ha manifestado que la ansiedad que le causó este episodio motivó que abandonara Barcelona y regresara a su pueblo. Además, la agresión ha afectado a sus relaciones personales: “Me cuesta dar la mano a un chico, prefiero no mostrar afecto en público por miedo”, ha declarado.

Retiran la acusación contra uno de ellos

Tras el visionado de las imágenes de la agresión, la fiscalía ha acordado retirar la acusación contra uno de los acusados --que ha sido absuelto-- y modificar el escrito de conclusiones provisionales. La fiscalía considera que este imputado “no se unió a la agresión pero permaneció impasible observando cómo agredían a la víctima. Le rodeó, pero no le auxilió”. Por estos hechos, solicita para los otros dos cinco años de prisión por los delitos de lesiones con agravante de motivación con orientación sexual. No obstante, la acusación particular mantiene que este joven le propinó una patada y que, quedándose allí, contribuyó a la acción. 

La acusación particular ha mantenido el delito de lesiones agravadas para los otros dos, para los que solicita cuatro años de prisión, a los que suma otro año por un delito contra la integridad moral. "Había elementos suficientes como para conocer su orientación sexual", que mantienen que hubo un móvil discriminatorio y vejatorio. Además de la acusación particular, se han presentado en calidad de acusación popular el Ayuntamiento de Barcelonala Generalitat y el Consorcio de Salud y Social de Cataluña, que se han adherido a la petición de pena del Ministerio Fiscal. Por su parte, las defensas solicitan su absolución.