El delantero del Paris Saint-Germain Neymar Jr. regresará el próximo lunes, 17 de octubre, a Barcelona. Lo hará para sentarse en el banquillo de los acusados de la Sección Seis de la Audiencia Provincial de Barcelona, donde será juzgado como presunto autor de un delito de corrupción en su contrato con el club blaugrana.

Junto a él se sentarán sus padres, los expresidentes del Fútbol Club Barcelona Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, y un exdirectivo del Santos, el club en el que jugaba en Brasil antes de fichar por el Barça. Lo harán para rendir cuentas a la empresa brasileña DIS, la denunciante, que acusa al futbolista y a su padre, su entonces manager, de firmar dos contratos simulados con el F.C. Barcelona en un momento en el que DIS y Santos eran propietarios de los derechos de Neymar Jr.

Dos contratos simulados

El fondo de inversión brasileño DIS --especializado en el mercado del fútbol-- compró en 2009 el 40% de los derechos del jugador del Santos por un precio de cinco millones de reales brasileños, unos dos millones de euros.

Tanto DIS como la fiscalía consideran que, dos años después, en 2011, Neymar Jr. y su padre, en connivencia con Sandro Rosell, presidente del club blaugrana en el momento de la operación, y Josep Maria Bartomeu, vicepresidente del Barça, firmaron dos contratos simulados a espaldas de DIS y del Santos, que en esos momentos eran los propietarios de los derechos del jugador.

Alteraron el libre mercado

En concreto, la fiscalía considera que Sandro Rosell inició las negociaciones en 2011 con el jugador con la finalidad de contratarlo para la plantilla del primer equipo de fútbol del club. En aquel momento, Neymar Jr. tenía un contrato con el Santos, que renovó en noviembre de 2011 hasta julio de 2014. En dicho contrato figuraba una cláusula de rescisión de 65 millones de euros, aunque su club le había autorizado a su padre Neymar da Silva Santos, agente del astro del fútbol, a negociar con otros equipos mientras se respetasen los términos del mismo. 

Como consecuencia de estas negociaciones, Neymar Jr. y Rosell acordaron que el Fútbol Club Barcelona abonaría 40 millones de euros para asegurar su fichaje cuando quedara libre, en 2014, y que le adelantarían la cantidad de otros 10 millones de euros. En caso de incumplimiento de este acuerdo, Neymar Jr. debería devolver los 40 millones de euros al Barça, además de los 10 del denominado préstamo. Mediante la entrega de estos 10 millones, el Barça consiguió que Rosell se comprometiera a fichar a Neymar Jr., impidiendo que otros clubs entrasen en el libre mercado para la adquisición de los derechos federativos del jugador.

"No fue un préstamo"

Dicho acuerdo se materializó mediante la firma de dos contratos. El primero, firmado en noviembre de 2011 en Sao Paulo (Brasil) entre el Barça, representado por Rosell y Bartomeu, por un lado, y Neymar Jr. y una sociedad de la que formaban parte sus padres, por el otro, por el que el club catalán adquirió los derechos del brasileño por 40 millones de euros. El segundo, firmado en diciembre del mismo año entre las mismas partes, recogía el préstamo de los 10 millones.

La fiscalía sostiene que, aunque las partes calificaron la entrega de estos 10 millones como “préstamo”, este contrato "no tenía esa naturaleza", dado que mediante este acuerdo se formalizaba el pago por el FCB a la sociedad de los padres de Neymar en concepto de remuneración anticipada del jugador para garantizar su fichaje en 2014. Además, el ministerio público subraya que la mencionada sociedad se había constituido formalmente en noviembre de 2011, tres días después de firmar el primero de los contratos y apenas un mes antes de cerrar el segundo.

El Barça lo ocultó

Así pues, el jugador y su agente --su padre Neymar da Silva Santos-- en nombre de la sociedad que habían creado aceptaron 40 millones de euros por fichar por este club en un futuro, alterando de esta manera el libre mercado del fichaje de futbolistas y perjudicando al fondo DIS, que tenía un porcentaje de sus derechos económicos derivados de los derechos federativos, y que se vio privado de la posibilidad de que el jugador entrase en el mercado conforme a las reglas de la libre competencia y pudiera obtener una mayor cantidad económica por el traspaso.

Tras enterarse de esta operación, el DIS comunicó mediante carta al Barça que poseía el 40% de los derechos económicos del futbolista brasileño, a lo que el club blaugrana respondió que “no tenían suscrito ningún contrato o preacuerdo con el Santos F.C. para el traspaso o cesión del citado jugador”.

Pagaron al Santos pero no a DIS

En 2013, tras reunirse con el entonces entrenador del primer equipo, Bartomeu y Rosell decidieron adelantar el fichaje de Neymar a ese mismo año sin contar con la autorización de la Junta Directiva del Club y liderando a partir de ese momento Rosell en exclusiva las negociaciones con el brasileño y su padre. La decisión implicaba que el Barça tenía que adquirir al Santos los derechos federativos. Además, le ofrecieron al jugador un salario mayor al inicialmente pactado.

Para lograr el fichaje, Rosell decidió abonar unas cantidades superiores tanto a Neymar, como al club de procedencia, con el que se concretó que recibiría directamente parte del precio derivado de la transferencia de los derechos federativos, evitando de esta manera abonar al fondo DIS el 40% que le correspondía sobre tales derechos. Además, aunque el Barça cifró en 17 millones el fichaje, el abogado del fondo brasileño DIS Paulo Nasser, que representa a la acusación particular en el caso, asegura que la cifra real fue de 82 millones de euros. El Barça habría ocultado este dato debido a que tenía un plan estratégico de control de los gastos para reducir la deuda y a que en la Junta Directiva del club celebrada en mayo de 2013 se había acordado que el tope económico de coste de los fichajes para la próxima temporada 2013-2014 se fijaba en 70 millones de euros.

Penas de hasta cinco años de prisión

Por estos hechos, la fiscalía considera que Neymar, sus padres, un directivo del Santos y Rosell y Bartomeu podrían haber incurrido en los delitos de corrupción en los negocios y un delito de estafa. Para Rosell, tanto el ministerio público como las acusaciones particulares DIS y FAAP (Asociaciones de Atletas Profesionales de Brasil) solicitan cinco años de prisión, la inhabilitación especial durante tres años y una multa de 10 millones de euros. Para Bartomeu, la fiscalía pide una multa de ocho millones y medio de euros al considerar que no participó activamente en las negociaciones con el brasileño, si bien las acusaciones particulares elevan la petición de la pena hasta los cinco años de prisión. Para Neymar Jr. la fiscalía solicita dos años de prisión frente a los cinco que pide el DIF, además de una multa de 149 millones de euros y una inhabilitación para ejercer su profesión mientras dure la condena. 

La vista oral del próximo lunes arrancará con la testifical de Javier Faus, exvicepresidente del Barça; Antoni Rosich, CEO del club azulgrana entre 2010 y 2014 y Raúl Sanllehí, ex director de fútbol del Barça, entre otros. El martes está previsto que declare Florentino Pérez, a solicitud de DIS. El interrogatorio a los testigos se hará esperar hasta el viernes 21 de octubre.