La cala Sant Francesc es un enclave reconocido por su increíble riqueza. Sin duda, un ejemplo de cómo la diversidad puede fundirse con la ciudadanía con el fin de conocer mejor el entorno. Precisamente, este año se han vuelto a impartir clases de esnórquel en Blanes.
Hay una opinión muy repetida entre quienes se deciden a disfrutar de esta experiencia: es una ocasión única para conocer una faceta del entorno que nunca se había visto. Dicho con otras palabras, permite detenerse en un lugar al que, frecuentemente, no se presta atención y valorar mejor el paisaje marino de Blanes.
Una actividad marina para todos los públicos
La actividad está organizada por la Asociación Medioambiental Xatrac y cuenta con la colaboración de entidades como la Fundación Carl Faust y el Jardín Botánico Marimurtra. De este modo, se combina el descubrimiento de la flora y de la fauna marina en una sola actividad que logra sorprender a niños y adultos.
Según las palabras de la coordinadora de Xatrac, Carol Rodríguez, el objetivo de esta iniciativa es "amar el mar". Esta es, bajo su criterio, la única manera de percibir el entorno. De hecho, esta experiencia inmersiva está considerada como un sinónimo de respeto al medio natural en la costa mediterránea.
El entorno de la cala Sant Francesc no puede ser más propicio para esta dinámica. La costa, distinguida con la bandera azul, es un paraje semiurbano que integra espacios de ocio y naturaleza. Durante los meses de verano suele estar masificada, por lo que una estupenda alternativa es sumergirse bajo el mar para dejarse asombrar.
La clave que diferencia a este proyecto de otros similares es la forma en la que se aborda la preservación de los ecosistemas. Mientras que hay iniciativas que defienden su aislamiento frente al ser humano, esta busca exactamente lo contrario. El contacto con las especies marinas puede ser la base para una convivencia más respetuosa y pacífica.
Esnórquel en Blanes: inmersión cultural y emoción
El principio de esta actividad marina es una reflexión teórica muy relevante. Por parte de varios biólogos, se dan a conocer las especies que se pueden encontrar en el agua. De esta manera, las personas pueden identificarlas cuando están bajo el agua y grabar este recuerdo en su memoria.
Uno de los aspectos más importantes, según los propios organizadores, es conocer los tres tipos de algas que habitan en este enclave. Las pardas reflejan que el agua es de buena calidad, las rojas permanecen escondidas en las zonas más profundas y, por último, las verdes se sitúan en la superficie para recibir la luz solar.
Otro de los propósitos de este proyecto es que todos sean conscientes del impacto de la actividad humana sobre el medio marino. De esta forma, hacer esnórquel en Blanes es un encuentro con la realidad que, obviamente, no se ha de ignorar. La concienciación es, por tanto, otra de las claves de esta actividad.
La parte más emocionante para el público suele ser verse cara a cara con la fauna. Hay especies, como la variada, la zarpa, el soltero, los erizos o la oblada, que no son difíciles de encontrar. Incluso se puede aprender acerca de sus métodos de reproducción, su sistema de crecimiento o su modo de supervivencia en el entorno.
"Un ojo en cada cala", el objetivo de BioMARató
El Instituto de Ciencias del Mar ha desarrollado el proyecto BioMARató. Su propósito es utilizar la divulgación científica como medio para la preservación de los ecosistemas. De esta forma, se invita a quienes hayan hecho esnórquel en la cala Sant Francesc a que tomen fotografías y las publiquen en su plataforma.
Gracias a la colaboración con otras iniciativas similares, pretenden lograr el objetivo de tener "un ojo en cada cala". Su propuesta busca que los ciudadanos pierdan el miedo hacia lo desconocido en el fondo del mar. Según su visión, resulta sorprendente que no se conozcan las especies con las que comparten costa.
De manera simultánea, proponen que sean los propios ciudadanos los que colaboren con las tareas de exploración. En este sentido, es posible participar practicando una actividad tan emocionante como el esnórquel. Entre todos, será posible descubrir la flora y la fauna que hasta ahora haya permanecido escondida y que, en algunos casos, está en peligro de extinción.
Sin duda, la cala Sant Francesc ofrece una oportunidad para conocer mejor el entorno de la costa mediterránea, uno de los principales baluartes del país. Descubrir, respetar y preservar el fondo marino es una misión de iniciativas como Xatrac, que plantean una actividad original y con marcado carácter ecologista.