Vino y estrellas son una combinación casi mágica que cada vez atrae más actividad turística a zonas rurales. Un ejemplo de ello es la iniciativa Saborea Las Estrellas, organizada por Turismo Astronómico. "Mezclamos la astronomía con productos locales, degustaciones de vino, productos de la zona", explica su gerente, Miguel Gil.
Otra iniciativa que apuesta por combinar astronomía y enoturismo es la Noche de las Estrellas, que se celebra cada verano desde hace 11 años en los viñedos de Mas de La Plana de la Familia Torres en el Penedès. "Los protagonistas son la gastronomía, el arte de maridar vinos, la viña y la música en vivo", señala Carlota Roset, directora de enoturismo y restauración de Familia Torres.
Telescopios y viñas
Torres organiza la noche conjuntamente con Fora d'Òrbita (Observatori Astronòmic Parc del Garraf) con tres telescopios entre las viñas. Entre los visitantes, hay "muchas parejas" que deciden pasar una "noche muy romántica" y "grupos de amigos" que "se reencuentran" y ya "llevan viniendo varios años". Tras la observación de la Luna, las estrellas o planetas, se sirve una cena con varias bebidas de la casa, entre ellas el vino Celeste, producido en la Ribera del Duero y tematizado con las constelaciones que coronan las tierras.
Otras bodegas han ido más allá para aventurarse en los derroteros de la pseudociencia. Bodegas Santa Elisa, que también organiza actividades de enoturismo, ha respondido al creciente interés por la astrología con Cosmológico, un vino esotérico supuestamente influenciado por el cosmos y el ciclo lunar.
Turismo ecológico en Lleida
Juli Alegre, jefe de Promoción del Patronato de Turismo de Lleida, explica que "el astroturismo y el enoturismo forman parte" de la "variada oferta" hostelera de la demarcación, donde hay 670 establecimientos rurales. Para el territorio, recibir este tipo de visitantes "se alinea con el plan estratégico de fomentar el turismo ecológico y sostenible", añade el representante.
Alegre recuerda que, ante la despoblación de los municipios, el turismo especializado como el astronómico es "una palanca de movimiento para generar puestos de trabajo", ya que cuando se celebran jornadas sobre esta temática se registra "un incremento de turistas notable" en alojamientos y restaurantes cercanos. Destaca dos destinos Starlight para contemplar estrellas, el Centre d'Observació de l'Univers de Àger y el parque nacional de Aigüestortes, así como los cámpings-observatorios de la provincia. En cuanto al enoturismo, hay numerosas bodegas, hoteles, casas rurales e incluso monasterios con actividades vitícolas, como Cal Soldat, Mas Fogonussa, la bodega de Arbeca y el Raimat Arts Festival.
De Tarragona a los Pirineos
Otro destino muy conocido por casi todos los amantes del turismo astronómico es el Observatori d'Albanyà. "Hacemos actividades de astronomía a nivel familiar e infantil y en verano también hacemos bautizos solares y cursos de utilización de telescopios", explica su director, Pau Bosch.
"En lo que respecta a la gastronomía y los vinos, no lo tenemos activo, pero es algo que en un futuro quizá exploraremos", señala Bosch. Otros puntos visitados que ofrecen actividades astronómicas en zonas rurales son el Observatorio de Prades, Drac Actiu con Una Nit amb les Estrelles en L'Espluga de Francolí o Món Natura Pirineus, que organiza Viatja per les Galàxies para presenciar "un espectáculo de estrellas" desde las montañas.