Operación internacional contra la pesca ilegal. La Guardia Civil ha detenido e investigado a 29 personas y ha intervenido 180 kilos de angula, gran parte de las cuales han sido devueltos a su medio natural en el Delta del Ebro.
La intervención del Instituto Armado se enmarca dentro de la operación AKEA-LAKE, de alcance internacional en el que se han visto implicados más de 24 países --entre ellos España-- y coordinada por Europol, que ha perseguido el tráfico ilegal de estos alevines de la anguila. Las cantidades intervenidas por los cuerpos participantes en el dispositivo podrían alcanzar un valor de 270.000 euros en el mercado negro, según ha estimado la Dirección General de la Guardia Civil.
Reintroducción en el Delta del Ebro
Una vez recuperadas las crías, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en calidad de Autoridad Administrativa CITES (Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre), junto con componentes del Seprona de Barcelona, han liberado en el medio natural de una parte de los ejemplares intervenidos en el Delta del Ebro. Así se consigue uno de los objetivos más difíciles en la lucha contra el tráfico de especies: la reintroducción en su hábitat.
El alarmante descenso poblacional de la anguila europea (Anguilla anguilla) fue tal que hizo que las autoridades europeas tuvieran que adoptar decisiones tendentes al control de su pesca y comercio (incluyéndose en el Convenio CITES). Se estableció así un cupo 0 para la exportación a terceros países, en los que existe una fuerte demanda para su consumo.
Exportación ilegal
Ahí es donde radicaba el problema: la exportación ilegal de las angulas. Una vez acabaron las restricciones de vuelos de pasajeros como consecuencia de la pandemia, muchas organizaciones criminales reiniciaron el tráfico de estos alevines que, una vez pescados, tan solo pueden comercializarse en el mercado interior. Para ello, las camuflaban en el equipaje personal con bolsas inyectadas de oxígeno.
Los cuerpos implicados en la operación internacional han localizado empresas pantalla constituidas expresamente con el fin de camuflar entre las exportaciones de otro tipo de alimentos refrigerados esta especie. Según la Guardia Civil, la mayor parte de estos movimientos tienen como destino final el mercado asiático, principal consumidor de angulas.
Esta actividad ilícita se encuentra liderada por organizaciones criminales perfectamente estructuradas, que adoptan cada vez mayores medidas de seguridad para facilitan el tránsito entre países y evitar el control policial. De hecho, según ha explicado la benemérita en un comunicado, resulta cada vez más frecuente el empleo de diferentes rutas de salida, con aeropuertos tan alejados del punto de origen de la pesca como Serbia, Macedonia u otros países de Europa del Este.