“Vamos de mal en peor”, asegura un vigilante de seguridad de una de las líneas de Rodalies, que prefiere no desvelar su nombre, a preguntas de este medio sobre la situación que se está viviendo en algunas de las estaciones tras la entrada en vigor del abono gratuito el pasado 1 de septiembre. Afirma que algunos usuarios se encaran con ellos asegurando que "Rodalies es gratis" por la falta de información del operador sobre la medida, un extremo que Renfe desmiente.
Las previsiones de los sindicatos, que auguraban un otoño caliente, según los vigilantes se han cumplido. ADN Sindical alertaba de que los agentes, que se encuentran solos en los vestíbulos de las estaciones, se tendrían que enfrentar a “la picaresca de algunos colectivos”, que han encontrado en los abonos gratuitos una nueva baza para “no cumplir con la normativa vigente”.
Antes las mascarillas, ahora los abonos
El precedente, dicen los vigilantes, se vio con la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público, cuando los trabajadores fueron víctimas de graves incidentes y agresiones al verse en la tesitura de recriminar su actitud a los pasajeros que incumplían la mencionada normativa.
Ahora, la conflictividad ha vuelto a los andenes de la mano de los abonos gratuitos, remarcan. “Se hacen los desentendidos y dicen que pueden pasar, que es gratis”, lamentan. Pero en esta ocasión la actitud de los trabajadores es bien diferente. Los vigilantes han optado por ponerse de perfil para evitar daños mayores. “Estamos pasando de todo”, confiesan. “Si antes se colaban, ahora se cuelan el doble”.
No tienen autoridad
Los vigilantes denuncian que se sienten desprotegidos. Uno de los trabajadores asegura que “es muy fácil dar doctrinas por megafonía para que los usuarios se pongan la mascarilla o paguen el billete”, pero los que se enfrentan a un tren lleno de pasajeros sin ningún respaldo son ellos.
El trabajador explica que no tienen "herramientas ni autoridad" como para hacer cumplir las órdenes que les exigen desde la empresa contratante: Renfe. Asegura, además, que a la falta de personal de seguridad se suman las bajas de compañeros y los cambios de destino para cubrir plazas de seguridad en otras zonas. Denuncian que Rodalies está “exponiendo su seguridad” al colocarlos de forma individual, y no en binomios, en estaciones conflictivas.
Los sindicatos solicitan respuestas
El portavoz de la organización sectorial ADN Sindical, Sergio Sánchez, lamenta que las peticiones de reunirse con los departamentos de Seguridad de las operadoras de Transportes Públicos para evitar esta situación hayan caído en saco roto.
Solicitan a las empresas que cumplan con los artículos 35 y 36 de la Ley de Seguridad Privada, que contemplan la evaluación de situaciones de peligro para los trabajadores, así como la planificación y organización de las actuaciones para prevenir, proteger y reducir la manifestación de riesgos de cualquier naturaleza.
“No ha habido incidentes”
No obstante, a preguntas de este medio, desde Renfe aseguran que “no se ha registrado ningún incidente” en las estaciones catalanas desde la entrada en vigor de la medida y que la situación es de “total normalidad”.
De hecho, insisten en que han reforzado el personal de atención al cliente con 70 trabajadores para informar a los usuarios y ayudarles con la expedición de los tíquets, además de las formaciones que han ofrecido a sus empleados para que ayudan a los viajeros.