“Me quedé a 20 metros de la furgoneta”

El jueves 17 de agosto de 2017, Rafael, vecino de la calle Sant Pau --una de las arterias que conectan la rambla del Raval con las Ramblas-- realizó el mismo recorrido que este miércoles. Sin embargo, ese día no llegó a su destino. Se quedó clavado a escasos metros del mosaico de Joan Miró. Frente a sus ojos, relata, se topó con una furgoneta que acababa de arrollar a centenares de personas a su paso por el emblemático paseo.

“Vi a mucha gente corriendo. Me quedé a unos 20 metros de la furgoneta. Lo que vi después fue peor todavía”, recuerda con pena. El vecino explica que, antes de ser desalojado de la zona, observó que sobre el icónico pavimento del paseo yacían decenas de personas heridas. “Despejaron las Ramblas. Vinieron los servicios de emergencia y nos echaron. Lo único que hacíamos era estorbar más”.

Ramblas / LUIS MIGUEL AÑÓN (CG)

"Todos lo recordamos"

Rafael, que se ha mudado de casa y ya no reside en las inmediaciones del que fue escenario de un atentado terrorista, recuerda aquel día "con mucha tristeza". Aunque la mayoría de testigos rehúsan hablar sobre aquella fatídica tarde, el vecino asegura que todos los que vivieron la masacre de las Ramblas tienen el episodio todavía muy presente.