De norte a sur y de este a oeste Israel atesora numerosos emplazamientos cuyos orígenes se pierden en las arenas de los tiempos. Geografía, historia y leyenda confluyen entre paisajes evocadores, espléndidos tesoros de la naturaleza y un excepcional patrimonio histórico y espiritual. Recorremos algunos de los lugares más emblemáticos, ubicados en excepcionales enclaves, que ahondan en los orígenes del antiguo Israel y en los cimientos de las Sagradas Escrituras, los textos que han marcado el devenir de la Historia y determinado el destino del mundo entero.
Masada, el último bastión rebelde de Judea
Ubicada en lo alto de una solitaria meseta, entre el Mar Muerto y el desierto de Judea, se alza Masada, una formidable fortaleza regia construida por Herodes I el Grande. Baños, cuarteles, almacenes, sinagogas, viviendas, muros de casamatas, el magnífico palacio estructurado en tres niveles y el vasto sistema hidráulico, excavado en la montaña, que garantizaba el suministro de agua, son algunos de los elementos cuyos vestigios aún se conservan.
Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2001, en este impresionante complejo fortificado los judíos resistieron durante meses el asedio de la décima legión romana comandada por el gobernador Flavius Silva hacia el año 73 d. C. No fue una tarea fácil ya que su elevada ubicación y su sofisticado equipamiento, la hacía prácticamente inexpugnable. Tanto fue así que los romanos tuvieron que construir un muro de circunvalación y una gran rampa con toneladas de piedras para poder asaltarla. Cuando los sitiados vieron que ya estaba todo perdido decidieron que era mejor morir que vivir esclavizados. Para sortear la prohibición de suicidio de la religión judía, y según relata Flavio Josefo, "se eligieron por sorteo 10 de entre ellos que debieron degollar a los demás", luego uno de ellos puso fin a la vida de los otros y finalmente él mismo, el último hombre, se quitó la vida. Ahora un moderno funicular se eleva hasta la histórica fortaleza cuyos trágicos acontecimientos la han convertido en un símbolo de la identidad judía y en uno de los parques nacionales más emblemáticos de Israel.
Los rollos de Qumrán, el origen de la Biblia
No muy lejos de allí se encuentra otro de los hitos arqueológicos del país. A los pies de un árido acantilado del desierto de Judea, elevado sobre el mar Muerto, se encuentra Qumrán, un asentamiento habitado desde el siglo II a. C. hasta el 68 d. C. dedicado a la agricultura y a la cría de animales. Sin embargo su fama mundial se debe al extraordinario descubrimiento, en una cueva cercana, de los Manuscritos del Mar Muerto, también conocidos como los Rollos de Qumrán. Fueron unos pastores beduinos los que en 1947 encontraron por casualidad esta colección de manuscritos, datados en la época del Segundo Templo. Considerados como unos de los textos religiosos más antiguos que se conocen hasta la fecha, entre ellos el libro completo de Isaías, estos frágiles pergaminos se encuentran expuestos en el Museo de Israel.
Cesarea Marítima. Historia y arqueología en primera línea de playa
Aunque Cesaria tiene su origen en el siglo IV a. C., no fue hasta época romana, de nuevo bajo el reinado de Herodes I el Grande, cuando se comenzó a construir la ciudad portuaria que alcanzó su máximo esplendor durante el periodo romano bizantino. El monarca levantó en la costa Mediterránea, entre las actuales Tel Aviv y Haifa, uno de los puertos artificiales más grandes y sofisticados de Oriente Medio. De aquella magnífica urbe costera, llamada así en honor a César Augusto, quedan impresionantes restos, testigos de su esplendoroso pasado como puerto y capital administrativa: El palacio, lujosas villas, el anfiteatro, el hipódromo, las murallas o el majestuoso acueducto que aún se erige sobre la playa al que cada día acuden miles de visitantes.
Tras los pasos de Jesús
Según dicta la Biblia, Jesús pronunció el Sermón de la Montaña en las suaves laderas del Monte de las Bienaventuranzas, ubicado al norte de Israel, frente al Mar de Galilea. En este legendario lugar se alza desde 1938 una iglesia construida por orden de Benito Mussolini, meca de peregrinación de numerosos fieles. Diseñada por Antonio Barluzzi, conocido como el arquitecto de la Tierra Santa, el templo, de planta octogonal, está rodeado por un claustro de columnas con vistas a un bello jardín y al mítico mar que se nutre con las aguas del río Jordán en cuya orilla se encuentra el Parque Nacional Qaser al-Yahud, el lugar, marcado por la tradición cristiana, donde Juan el Bautista bautizó a Jesús. Hoy en día es un importante reclamo turístico al que acuden numerosos peregrinos para ser bautizados.
No muy lejos de allí se encuentra Magdala, el lugar de nacimiento de María Magdalena. Esta urbe milenaria fue descubierta en 2009 y entre los hallazgos más destacados están los restos de la sinagoga más antigua encontrada en Galilea o la Piedra de Magdala, un bloque de piedra caliza, considerada como la representación artística más temprana del Segundo Templo.
Turismo de arqueología
Referencias bíblicas y hechos históricos se suceden en numerosos emplazamientos y yacimientos arqueológicos de este sorprendente país, tantos que se podría recorrer visitando sus numerosos parques nacionales. Korazin, en el valle del Jordán, una de las tres ciudades que Jesús maldijo por no seguir sus enseñanzas; Tel Meggido, mencionado once veces en la Biblia, con su impresionante sistema hidráulico construido para abastecerse de agua sin necesidad de tener que atravesar las murallas o Tel Hazor, en el valle de Hula, con la llamada puerta de Salomón son apenas un ejemplo de estos excepcionales enclaves que nos conectan con estas joyas patrimoniales.