La justicia ha paralizado el proceso de eutanasia de Eugen Marin Sabau --el pistolero de Tarragona-- que se había fijado para el 28 de julio. El juez ha acordado adoptar esta medida hasta que se resuelvan los recursos presentados por las víctimas.
Las víctimas del pistolero de Tarragona, que abrió fuego el pasado diciembre contra sus excompañeros de trabajo y contra un mosso, han presentado un recurso pidiendo que se paralice la eutanasia para que sea juzgado por los delitos cometidos.
Una jueza había dado luz verde
Esta resolución deja sin efecto la del pasado 6 de julio, cuando una jueza dio luz verde para que continuara el proceso de eutanasia alegando la ley no le otorgaba las competencias para interferir en una decisión de estas características y, tras ponderar los derechos del recluso, consideraba que debía prevalecer su derecho a una muerte digna.
Desde la emisión de este auto, el proceso siguió su curso y la muerte de Sabau se fijó para el 28 de julio, según ha podido saber la Ser. No obstante, el juez del juzgado de Instrucción número 5 de Tarragona ha acordado frenar la eutanasia hasta que se resuelvan los recursos presentados por las víctimas.
Quedó parapléjico
Eugen Marin Sabau abrió fuego contra sus excompañeros de trabajo en una oficina del centro de Tarragona, hiriendo a tres de ellos. Posteriormente, se dio a la fuga en su vehículo y, durante su huida, disparó contra un agente de los Mossos d'Esquadra. Después, se atrincheró en una masía abandonada donde fue reducido por el Grupo Especial de Intervención (GEI) de la policía autonómica.
Durante su detención, Sabau sufrió una lesión medular irreversible. Además de quedar parapléjico, los médicos le han amputado una pierna y presenta problemas de movilidad en el brazo izquierdo. Por todas estas lesiones, ha solicitado la eutanasia.