Cuando están a punto de cumplirse cinco años del doble crimen del pantano de Susqueda, un nuevo testimonio podría arrojar luz sobre el caso. Un jubilado asegura ahora haber pasado por el lugar en el que fueron asesinados Marc y Paula dos días después de que se les perdiera la pista, el 26 de agosto de 2017.
El jubilado asegura que se encontraba haciendo una ruta en bicicleta cuando vio un kayak medio desinflado, que corresponde por la descripción al de los jóvenes asesinados. Sin embargo, no le dio importancia y continuó su itinerario. Cerca del lugar, el testigo asegura ahora haber visto a dos hombres discutiendo en el interior de un vehículo, que se perdió por una de las pistas forestales.
Cinco años guardando silencio
El testimonio de este hombre, al que ha tenido acceso El Punt Avui, podría ser clave en el avance de las investigaciones. El testigo asegura que el vehículo era un Peugeot 106 o un Ford Fiesta de color blanco sucio o gris.
La ubicación y descripción del kayak coincide con lo declarado por otros testigos, que lo trasladaron a los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, este hombre nunca había explicado este episodio. Hasta ahora. Fue a raíz de la publicación del libro A orillas del pantano, de Tura Soler, y de la entrevista a la periodista en una radio, cuando el testigo pensó que la escena que había presenciado de los dos hombres discutiendo en el interior de un coche podría ser relevante para la investigación.
El crimen de Susqueda
Paula Mas y Marc Hernández, de 21 y 23 años respectivamente, fueron asesinados el 24 de agosto de 2017 en el pantano de Susqueda de Girona. La pareja se había trasladado desde Barcelona en el coche de ella, un Opel Zafira, para hacer una excursión por las inmediaciones del pantano y navegar con su kayak.
No obstante, el 24 de agosto se les perdió la pista. Tres días después el kayak apareció a la deriva y, al día siguiente, el coche fue localizado en el fondo del pantano. Los cadáveres fueron recuperados el 26 de septiembre, 33 días después de la desaparición, debido a la sequía. Ambos presentaban signos de violencia.