La detención de Cecilio G la semana pasada en el Sónar continúa envuelta de polémica. Los más críticos con el cantante de trap lo han intentado cancelar de la escena musical, pero lo cierto es que Juan Cecilia, el verdadero nombre del artista barcelonés, todavía tiene defensores.
Los primeros abrazan la versión de los vigilantes: que el vocalista fue detenido tras acosar a una joven en el festival. En cambio, el círculo del creador afirma que el episodio se limitó a un enfrentamiento violento con seguridad enmarcado en el trastorno mental que sufre el detenido.
No puede beber por la medicación
Este medio se ha puesto en contacto con Cecilio G, que por ahora opta por mantener un perfil bajo y no hacer declaraciones: "No me apetece hablar con los medios ahora mismo, es que me habéis liado una... la he liado yo también, pero cuanto menos se le dé bola a esto, mejor", expresa.
Fuentes de su entorno más cercano defienden al creador de 28 años y afirman que desde los 14, padece esquizofrenia. Por ello, toma una medicación que sería incompatible con la bebida y que le habría provocado una mala reacción al tomar alcohol en el festival musical. En la canción Starbucks, publicada tras la detención para responder a las críticas, el trapero revela que estuvo "borracho con la alcaldesa" Ada Colau y canta: "Dicen que iba drogado. No entiendo... todos los días voy drogado".
Expulsión de la zona VIP
Esta condición médica explicaría la hospitalización del trapero tras ser arrestado por Mossos. Pero, según subrayan estas fuentes, Cecilia, que fue al festival como oyente y no tenía permiso para entrar a la zona VIP donde tuvo lugar el incidente, accedió invitado por otro artista que sí participaba y con el beneplácito del equipo de seguridad al constatar que se trataba de una figura pública, hasta que finalmente se le expulsó y reaccionó de forma violenta.
Uno de los vigilantes que presenció la detención discrepa. Explica a Crónica Global que tanto él como sus compañeros actuaron solo después de que una joven les avisara de que el cantante se había bajado presuntamente los pantalones delante de ella y se había masturbado: la versión que desde un primer momento ha difundido el sindicato de seguridad privada ADN Sindical, pero que el entorno del músico niega. No había cámaras en la zona que puedan zanjar fácilmente la disputa.
Sónar: "No hubo agresión"
Según los vigilantes, la dirección del festival trató de apaciguar la situación y que el incidente no trascendiera, pero todo se torció cuando el cantante no solo agredió a los vigilantes presentes, sino que propinó una patada a un mosso, momento en el que fue detenido. Y añaden que, entonces, la policía autonómica tomó "una D-24" --una declaración-- a la chica.
El festival, durante el cual al menos cinco mujeres fueron agredidas, defiende al artista de las acusaciones de acoso: "En el caso de Cecilio G, como ya se informó, no hubo agresión sexual a ninguna trabajadora del festival", señala un portavoz del Sónar consultado.
Mossos: el juez dirá
Los Mossos adpotan una posición más tibia. Indican que dejaron en libertad a Cecilio G el día siguiente de la detención sobre la una del mediodía a la espera de la declaración ante el juez.
Si bien recuerdan que las diligencias abiertas son por atentado a la autoridad, apostillan que ello no impide que el magistrado eleve los tipos si aprecia otros indicios delictivos en las declaraciones tomadas por los agentes. El caso queda ahora en manos de la justicia.