La lista de construcciones catalanas que tienen la consideración de patrimonio de la humanidad por la Unesco en Cataluña es muy amplia y remite a interesantes obras arquitectónicas. Merece la pena destacar las más relevantes.
Poblet
El monasterio de Poblet, que forma parte de la ruta del Císter y se encuentra en la provincia de Tarragona, es uno de los monumentos arquitectónicos más destacados que se pueden ver en Cataluña.
Su diseño cumple con todas las características de las construcciones de la orden cisterciense propias de la época medieval. Cuenta con una iglesia en torno a la cual se distribuye un claustro con diferentes estancias. A pesar de ser una muestra del estilo gótico, dispone de muchos elementos de la arquitectura románica. Además, destaca por la belleza de su silueta integrada entre los viñedos que se sitúan a su alrededor.
Palau de la Música Catalana
En el centro de la ciudad de Barcelona se encuentra esta obra del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner. Esta sala de conciertos tiene un encanto único, en buena parte gracias a su claraboya y sus vidrieras, las cuales permiten una iluminación espectacular de su interior. Su arquitectura la convierte en una de las obras clave del modernismo catalán.
Hospital de Sant Pau
Este centro médico, que estuvo en funcionamiento hasta hace unos años, es uno de los más bellos del mundo. Sus pabellones forman un trazado único en torno al edificio central. La cerámica vidriada que los adorna lo convierten en otra de las grandes muestras del modernismo.
Restos arqueológicos de Tarragona
La antigua Tarraco sigue presente en la Cataluña actual gracias a los restos de la civilización romana que todavía se conservan en Tarragona. De hecho, forman uno de los conjuntos arqueológicos más importantes del mundo.
El románico de la Vall de Boí
En las tierras pirenaicas se encuentran diversas iglesias que reúnen una impresionante muestra del arte románico catalán. Todas ellas, junto con una ermita, están consideradas como patrimonio de la humanidad desde el año 2000. Entre ellas, destacan la de Sant Climent de Taüll y la de Erill la Vall, que cumple con la advocación a Santa Eulalia. Sus espectaculares campanarios y los frescos que adornan su interior son dos de sus principales elementos.
Sin duda, son un motivo más que importante para pasar unos días haciendo turismo por esta zona. Además, son una buena oportunidad para relajarse en un entorno natural de gran belleza.
Patrimonio inmaterial de la humanidad
Cataluña cuenta también con interesantes tradiciones y otros elementos de su cultura que se han convertido en patrimonio inmaterial de la humanidad.
Los castells
Los castells son torres humanas que se crean en distintas celebraciones de un gran número de ciudades de Cataluña. De hecho, incluso se organizan competiciones. Las realizan agrupaciones de gente que ensayan durante todo el año para lograr, en algunos casos, verdaderas obras de arte. Entre las collas castelleras más importantes y antiguas destacan las de Valls, una localidad desde donde se ha extendido esta tradición por toda la comunidad.
La Patum
En la ciudad de Berga se celebra durante el Corpus Christi La Patum, además de una serie de procesiones religiosas. Se trata de un desfile de gigantes, figuras simbólicas, música y tambores que, durante varios días, llena la ciudad de fiesta y alegría.
La piedra seca
La tradición de la pedra seca también se encuentra en la lista de tradiciones consideradas patrimonio de la humanidad. Hace referencia a una técnica que se caracteriza por no usar el mortero para unir las piedras de las construcciones. De esta manera, se consigue que sean completamente estables y las piedras se fijen sin problemas solo con el uso de tierra seca.
Se trata de una técnica de construcción muy presente en los muros que separan los campos e incluso en casas muy antiguas de Cataluña y otras comunidades autónomas, como Aragón o Extremadura. Por desgracia, el desconocimiento de las nuevas generaciones hace que se vaya perdiendo.