La Audiencia de Barcelona percibe riesgo de fuga y reiteración en el único inculpado por la atroz violación de Igualada (Barcelona). Por estos motivos, y porque la medida “es proporcional a la gravedad de los hechos”, ha acordado que Brian Raimundo C. M. permanezca en prisión provisional. Se le acusa de agredir de forma brutal y violar a una menor de 16 años el pasado 1 de noviembre en una zona de discotecas del municipio barcelonés.
La sección séptima de la Audiencia de Barcelona ha desestimado el recurso de apelación presentado por el abogado del presunto agresor, en el que alegó una vulneración de derechos. De este modo, confirma el auto de prisión provisional decretado por el Juzgado de Instrucción 4 de Igualada del 23 de abril por los delitos de agresión sexual y de asesinato en grado de tentativa. Esa noche, el atacante golpeó brutalmente a la víctima con una barra metálica en la cabeza antes de violarla.
Antecedentes
La sala constata que Brian no ha podido acreditar en “modo alguno” un arraigo domiciliario en España, ni familiar ni laboral, puesto que permanece de manera irregular en el país desde hace cinco años. Por ello deduce que hay riesgo de fuga. Además, recuerda que este sujeto ya fue condenado con anterioridad en su país de origen, Bolivia. Cabe recordar que agredió a otras mujeres y también abusó de su hermana menor.
En este sentido, el auto destaca que los indicios “racionales de criminalidad” contra el investigado “no derivan de meras sospechas o presunciones”, sino de medios probatorios lícitos, como las muestras de ADN de la menor halladas en el domicilio del presunto violador, sin que además el investigado haya aportado una “versión justificativa”.
Noches de terror
El pasado viernes, la Audiencia de Barcelona celebró una vista por el recurso de apelación presentado por la defensa del presunto violador solicitando la nulidad del auto de prisión provisional, a lo que se opusieron tanto el ministerio público como la acusación particular que representa a la familia de la menor.
Asimismo, la víctima ha declarado en los juzgados que no recuerda nada de aquella fatídica jornada ni de los 10 días posteriores, pero que desde entonces sufre noches de terror e insomnio, así como dolores de cabeza y cambios de humor repentinos. Estuvo más de un mes en la uci y, a consecuencia del salvaje ataque, perdió parte de la visión y el 90% de la audición de un oído.