La menor de Igualada que fue víctima de una brutal violación la noche del 1 de noviembre pasado no recuerda nada de la agresión, pero desde entonces vive "noches de terror e insomnio" y está sometida a tratamiento. Además, tiene dolores de cabeza y cambios de humor repentinos.
La joven de 16 años ha prestado declaración este martes en el Juzgado de Instrucción 4 de Igualada (Barcelona), en un testimonio que se ha aceptado como prueba anticipada, para que no tenga que repetir sus explicaciones en sede judicial y "no generar una doble revictimización", en palabras de su abogado, Jorge Albertini. Su comparecencia se ha limitado a 15 minutos y ha sido por videoconferencia, asistida por psicólogos.
"Pasotismo" del agresor
El secretario general de la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats de Restauració i Musicals (Fecasarm), Joaquim Boadas, que ejerce de acusación popular en el caso, ha añadido que la joven "no recuerda nada hasta 10 días después de la agresión". Y ha destacado el "pasotismo total" del agresor, presente en la sala, sin muestras de "un mínimo arrepentimiento".
"No entiendo cómo se puede mostrar tan poca sensibilidad. No merece estar en la calle y compartir espacios con nadie, solo la prisión con otros delincuentes. Es un peligro público que pone en riesgo la integridad física, la vida y la libertad sexual de las personas", ha añadido.
Un camionero la dio por muerta
Los terribles hechos ocurrieron la noche del 1 de noviembre del 2021 a la salida de la discoteca Epic de Igualada, en el polígono industrial Les Comes, cuando la joven se dirigía al tren para regresar a casa de su madre, en Vilanova i la Geltrú. Pero no regresó. Un individuo la asaltó, la golpeó brutalmente con un objeto contundente y la violó.
Fue un camionero la que la encontró desnuda en un descampado y dio la voz de alarma. Creyó que estaba muerta, pero vivía, a pesar de la extrema gravedad de las heridas sufridas. La joven pasó más de un mes ingresada en el Hospital Sant Joan de Déu a causa del ataque, fue operada hasta en cinco ocasiones y perdió el 90% de la audición de un oído y parte de la visión.
Brian, el único sospechoso
Seis meses después de los hechos, y tras una complicada investigación por la escasez de cámaras de vigilancia en la zona y la poca nitidez de las imágenes --el vídeo de un vecino fue clave--, los Mossos d'Esquadra dieron con el paradero del único sospechoso del ataque, Brian Raimundo C. M., que siguió a la víctima durante varios minutos antes de agredirla con una barra de hierro en la cabeza y violarla.
Se trata de una persona agresiva y violenta, tal y como la definió el lunes su exnovia en los juzgados. Y muy fría, hasta el punto de que Brian le regaló una chaqueta que le robó a su víctima. Además, el acusado cuenta con antecedentes por abusar de su hermana pequeña. No obstante, desde que los mossos lo detuvieron en su domicilio en un lluvioso día de abril, se encuentra en prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de agresión sexual.