El pulso entre el consejero de Educación, Josep González-Cambray, y los profesores educativos catalanes se traduce en una nueva convocatoria de huelga por parte de los docentes. Los sindicatos del sector han llegado finalmente a un acuerdo para movilizarse de nuevo en la recta final del curso. Eso sí, con menor intensidad que en la primera oleada de protestas.
Se han pactado paros totales durante los días 25 de mayo y 9 de junio, y parciales los 17 de mayo y 2 de junio. En estas dos últimas jornadas habrá "movilizaciones descentralizadas" y acciones en los colegios de los distintos territorios desde las ocho a las 10 de la mañana, cuando se recuperará la normalidad en las aulas de primaria y secundaria. En cambio, el resto de días, habrá manifestaciones en Barcelona que pretenden aglutinar a toda la comunidad educativa.
Cambray rompe las negociaciones
La nueva oleada de protestas llega después de que el Departamento de Educación decidiese romper las negociaciones con la parte social. Una ruptura provocada por el rechazo de los sindicatos de devolver el horario previo a los recortes sólo en la etapa de primaria, pero no en la secundaria. Consideran que la propuesta del Ejecutivo autonómico es "insuficiente e injusta" para los docentes de la ESO. "Se nos recortó en el mismo momento y se nos deben devolver las condiciones a la vez", han manifestado desde Ustec en declaraciones a los medios delante de la Conselleria de Trabajo.
Por su parte, desde CCOO instan a Cambray a rectificar de cara al próximo curso 2022-23. "Todavía estamos a tiempo porque las plantillas se cierran a finales de mayo y hay nombramientos de personal interino hasta junio y agosto". Además, avisan de que "las condiciones laborales" de los profesores están relacionadas a la calidad educativa de los alumnos.
El IMEB se desmarca de Cambray
El currículum y el avance del calendario escolar es otra de las reivindicaciones del personal docente. Desde Intersindical creen "indispensable" que Cambray haga caso al dictamen del Consejo Escolar de Cataluña, que solicitó una moratoria de un año para implementar el adelanto de la vuelta a las aulas para el 5 y 7 de septiembre en infantil y primaria, y en secundaria, respectivamente. De hecho, es en este punto precisamente que el Instituto Municipal de Educación de Barcelona (Imeb) --dependiente del Ayuntamiento de Barcelona-- se ha desmacartado del conseller. Por eso, las guarderías municipales tardarán un año más en aplicar el nuevo currículum y empezarán las clases el 12 de septiembre.
Los profesores también exigen un "esfuerzo" en el personal de apoyo. "Estamos a tope, ahora todavía más con la llegada de estudiantes de Ucrania", manifiestan. Y también reclaman la estabilización del personal interino. "Esperamos que en algún momento sólo se nos presente este punto para poder negociar y que todas las personas en esta situación tengan la posibilidad de acceder a la función pública", añaden desde UGT.
De nuevo, el conseller Cambray deberá decidir si da su brazo a torcer y vuelve a dialogar con unos sindicatos que amenazan con "no empezar el curso en septiembre con normalidad". La comunidad educativa no da por acabado "el proceso de lucha" y contempla todas las opciones. Incluida la de una huelga indefinida.