La Fundació Bofill prevé que la escuela catalana tendrá una sobreoferta de plazas del 11% en P3 el próximo curso 2022-23. Cree que quedarán unas 7.200 vacantes, según un informe con datos de 123 municipios de más de 10.000 habitantes. El director de la entidad, Ismael Palacín, y la responsable de segregación, María Segurola, han explicado que “son muchísimas” las plazas vacantes tras las asignaciones de la pasada preinscripción. Apuntan a un 20% en 25 municipios.
La fundación ha apuntado que la reducción de las ratios anunciada por la Conselleria de Educación supone una primera respuesta a la caída de la natalidad, ya que reducirá la sobrepuerta del 18% al 11% estimado, pero es un “parche”, avisa. Y es que, según dicen, en esta preinscripción no se ha aplicado la medida “con la suficiente contundencia”, porque parte del sector de la concertada --que genera más sobreoferta que la pública-- ha mantenido ratios o ha aplicado reducciones menos drásticas.
Planificación conjunta de la pública y concertada
Ello ha provocado que la pública, pese a ofrecer más grupos, haya perdido más volumen de oferta con respecto a la concertada. Con la excepción de Barcelona ciudad, donde la pública ha reducido su oferta un 10% y la concertada un 14%. “La escuela pública no puede asumir todo el peso de las medidas de reducción de la oferta que serán ineludibles los próximos cursos”, avisan. Por lo que reclaman una planificación conjunta de la pública y la concertada.
En relación a la complejidad, la Fundació Bofill ha criticado que la reducción global de las ratios a 20 ha eliminado la diferenciación que tenían los centros de máxima complejidad, que ofrecían 22 plazas por grupo frente a las 25 de la mayoría de centros. Tres de los 123 municipios estudiados han mantenido la limitación de ratio para la complejidad, y 19 de las 221 escuelas públicas de máxima complejidad analizadas han ofrecido ratios diferenciadas. Las escuelas consideradas de máxima complejidad acumularon un 17% de sobreoferta en la preinscripción del curso actual. Una cifra superior a la media, como la de la concertada.
Reclaman un plan estratégico
Así pues, desde la fundación exigen reducir las ratios en toda la red educativa, la programación asimétrica de las zonas escolares --aplicar ratios diferenciadas según la zona o la complejidad-- y la planificación supramunicipal. Para ello, desde la consejería deben elaborar un plan a medio y largo plazo para gobernar la escolarización en un contexto de descenso demográfico. Además, reclama un "plan estratégico" de cierre selectivo de grupos cuando la previsión de alumnado así lo requiera, porque, según Segurola, la reducción de ratios no es suficiente para paliar la sobreoferta.
Con todo, ha apuntado que el cierre será inevitable pero se debe producir "cuando no quede otro remedio", y Palacín ha asegurado que se debería concentrar sobre todo en la concertada para evitar el cierre de líneas públicas que pueda derivar, incluso, en la desaparición de algún centro.