Rodion es una de las víctimas del nuevo modelo de Formación Profesional (FP) del Govern. Un sistema que prioriza a los estudiantes que finalizan cuarto de la ESO y cuyo proceso de preinscripción ya ha finalizado. Del 20 al 26 de abril los jóvenes que acaban este curso de la secundaria o un Programa de Formación e Inserción (PFI) han podido inscribirse en una grado medio, garantizando su plaza. Sin embargo, hasta el 17 de mayo no podrán hacerlo el resto de personas. Por ejemplo, los que procedan de las pruebas de acceso, los que estudiaron la ESO hace tiempo o los que ya estén cursando un grado y quieran un traslado. Ese es el caso de este joven, con el añadido de que padece el trastorno de déficit de atención (TDH).
Actualmente está cursando un grado medio de instalaciones eléctricas y mecánicas en el Lluch i Rafecas de Vilanova i la Geltrú. A pesar de que su familia entregó al centro el Plan de Apoyo Individualizado (PAI) que seguía en la secundaria, la falta de formación y recursos han impedido que se le adapten los contenidos. Sobre todo, los relacionados con las matemáticas --materia en la que tiene muchas dificultades-- explica su padre a Crónica Global. Por ello, en vez de ajustar el currículum a sus necesidades, los profesores le recomendaron que se cambie a la titulación de mantenimiento electromecánico, en el que no se imparten tantos contenidos numéricos. De hecho, el joven lo prefiere porque “se le da mucho mejor la parte manual”.
"Condenado a continuar en un grado que no superará"
Sin embargo, el nuevo modelo de FP no le garantiza al alumno una plaza en la otra titulación. Por eso, "indirectamente, se le condena a continuar en un grado que podría no superar porque lo abandonará por el camino”. Este es uno de los aspectos que indignan a los sindicatos, pero todavía más a su familia. Desde UGT, Jesús Martín asegura que, “por mucho que el conseller diga que se incrementa un 25% la atención a la diversidad, es falso”. “Este chico tiene estos problemas con las matemáticas porque, en realidad, no se le hace una adaptación. Si no destinas personal para hacer atención a la diversidad es normal que tengas este tipo de problemas”.
Su padre Óscar está “desesperado” por ver a su hijo obligado a continuar en un grado medio en el que tendrá que repetir algunas asignaturas que suspenderá este año. Como consecuencia, el próximo curso tendrá que recuperar unas materias con la ayuda de un profesor de matemáticas particular que deberá costearse la familia. “Pondremos los recursos que hagan falta para que pueda superar las materias, pero nos encontramos con que el profesorado que hay para darle clase pide 25 euros la hora. Dos horas a la semana ya suponen 200 euros al mes”.
Una segunda oportunidad
Una vez superado el primer curso, volverá a estar en las mismas: “Los profesores ya nos han advertido de que segundo es más complicado en cuanto a las matemáticas”, por lo que podría generarle “frustración”. “Los docentes dicen que le ven posibilidades, pero que sufrirá”, relata Óscar. Por eso, no entiende que el Govern no le pueda garantizar el traslado. La administración es la encargada de velar para que todos los estudiantes tengan una “salida digna”, asegura este hombre.
El caso de Rodion demuestra las “deficiencias del sistema educativo” y la falta de previsión. Unos déficits “intolerables” en una Formación Profesional cada vez más solicitada. Su historia pone en alerta a los sindicatos, que lamentan que no se dé una segunda oportunidad a jóvenes como él.