Un grafitero ha aceptado un año de prisión por hacer pintadas vandálicas en varios vagones del metro de Barcelona junto con otro grupo de personas encapuchadas y lanzado objetos a varios pasajeros que le recriminaron su actitud.
En el juicio, que se ha celebrado este jueves en la Audiencia de Barcelona, las partes han llegado a un acuerdo de conformidad, con la que el acusado reconoce los hechos a cambio de reducir la pena de los seis años y medio de cárcel que reclamaba en un inicio la fiscalía, a los 12 meses actuales.
Se encararon con los pasajeros
Los hechos se remontan al 19 de marzo de 2018, cuando el acusado se integró en un grupo de unas 10 personas encapuchadas que accedieron al metro de Barcelona desde la parada de Mercat Nou, en el distrito de Sants-Monjuic, con el propósito de hacer pintadas vandálicas de manera coordinada.
El grupo comentó a pintar con espray el lateral de un convoy, por lo que el tren tuvo que permanecer estacionado por seguridad. Los pasajeros que estaban en el tren se quejaron por el retraso en el servicio y, ante esta situación, los grafiteros se encararon con ellos, profiriéndoles expresiones agresivas y arrojándole botes de espray, entre otros objetos.
Provocaron una deflagración
Durante la trifulca, uno de los grafiteros lanzó un mechero, que provocó una deflagración. Varios pasajeros se encararon a los autores de las pintadas, consiguiendo que huyeran de la estación a través las vías del metro.
Las pintadas vandálicas provocaron desperfectos en cuatro vagones de propiedad de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) por un valor de 8.151,49 euros, sumando el coste de eliminar los grafitis y de reponer la protección contra pintadas y los adhesivos corporativos del metro.
Sufre esquizofrenia
El acuerdo de conformidad achaca al procesado un delito de desórdenes públicos y otro de daños, y le imputa medio año de prisión por cada uno de los delitos. En un inicio, la Fiscalía había pedido para el grafitero seis años de cárcel: cuatro por desórdenes públicos y dos años y medio por el delito de daños. Sin embargo, han acordado rebajar la pena por un trastorno esquizofrénico que sufre el procesado y que, en el momento de los hechos, alteró su conducta.
El procesado, con la conformidad, también ve rebajada la cuantía que tendrá que pagar en multas de indemnizaciones: de los más de 15.000 euros iniciales, pasará a abonar 3.580; entre las rebajas, TMB había solicitado una indemnización para cubrir el coste total de los desperfectos, pero ha aceptado recortar esa petición a 2.500 euros. El procesado no tendrá que ingresar en prisión por no tener antecedentes y no llegar a los dos años de castigo, pero la suspensión de esa pena estará supeditada a no reincidir en un periodo de dos años y, además, tendrá vetada la entrada al metro de Barcelona por el mismo periodo.