La acusación popular aprecia un delito de odio “palmario y evidente” en el presunto ataque que un grupo de personas perpetró contra un centro de menores de Castelldefels (Barcelona) en el 2019. En el juicio, se han pedido penas de hasta cinco años de cárcel para los seis sujetos identificados.
Además, para quienes tenían 30 años o más en el momento del ataque, rechaza realizar “algún tipo de pacto a encausados que ni se han arrepentido ni han reparado el daño”. Sin embargo, sí que contempla algún tipo de acuerdo para los que, en aquel momento, tenían 18 años y no tenían antecedentes. “Podemos hablar de elementos que sean penas que reconozcan delitos, que dejen satisfechas a las víctimas”.
Consignas de extrema derecha
La acusación popular insiste en que los presuntos autores “no entraron para robar ni para agredir o como resultado de una actuación previa. Entraron gritando consignas de extrema derecha y directamente vinculadas a la etnia” de las personas tuteladas.
En marzo de 2019, un grupo de 25 encapuchados destrozó una casa de colonias en Castelldefels que acogía a 35 menores extranjeros tutelados por la Generalitat.
El ataque se produjo un rato después de que un grupo de menas se cruzase con jóvenes del municipio en su camino de regreso al centro y, tras una discusión, comenzasen a lanzarse piedras.