Hablan los vecinos de Igualada: “Me siento mal por vivir seis meses al lado del violador”
Denuncian la inseguridad y la degradación del céntrico barrio en el que ha sido detenido el presunto agresor sexual de una menor en el polígono industrial de Les Comes
22 abril, 2022 00:00Minutos después de las 4.30 de la madrugada de ayer jueves, el ajetreo de varios furgones de la Brigada Móvil (Brimo) de Mossos d'Esquadra y vehículos de la policía científica perturbaron la tranquilidad de la calle Sant Sebastià de Igualada, en el corazón del casco histórico de la localidad barcelonesa. Se trata de una vía estrecha, de edificaciones antiguas que no han sido rehabilitadas y de escasa actividad comercial. Aunque es una calle muy céntrica, a pocos pasos del Ayuntamiento de Igualada, ha quedado inmersa en un barrio humilde.
"Vi movimiento desde muy temprano", confirma una vecina de la calle que, además, regenta un negocio a escasos metros del número 13, donde se levanta el edificio en el que fue detenido el presunto autor de la brutal violación de la menor. La vecina del que fue el hombre más buscado por la Unidad de Agresiones Sexuales (UCAS) de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos d'Esquadra durante seis meses, no sale de su asombro mientras observa el cordón policial que cruza la calle. "¿Que si estoy más tranquila? No. Me siento peor sabiendo que vivía al lado", asegura.
"Los bajos fondos"
Varios vecinos han formado un corrillo y murmuran mientras observan la zona acordonada. Cuando la prensa se acerca, el pequeño grupo se disuelve. Todos ellos aseguran que no conocían al individuo que minutos después saldría esposado ante los ojos fijos de los que convivían con él. "No me sentía insegura. Me mudé a esta calle hace año y medio y es bastante tranquila, pero es verdad que la zona se ha ido degradando", explica la misma fuente. No obstante, recuerda que hace apenas unos meses presenció una "pelea tremenda" en la que tuvieron que intervenir los Mossos d'Esquadra. "Fue sobre noviembre", rememora, aunque no puede asegurar que estuviera implicado el detenido.
A escasos metros, otra vecina del barrio, Tete Borràs, observa el panorama. Expresa su indignación con respecto a la falta de seguridad y al declive del barrio, que atribuye a la dejadez del ayuntamiento. "Se ha convertido en el peor barrio de la ciudad, en los bajos fondos", manifiesta. La vecina asegura que en los últimos años la que era una zona comercial se ha convertido en un barrio decrépito. "Han cerrado todos los negocios, las casas están viejas y se ha instalado lo peor", denuncia. "Aquí todo el mundo cabalga como quiere", manifiesta en relación a la falta de seguridad y de presencia policial. "Como no hay control pasa lo que pasa".
Denuncian la falta de seguridad
En la misma línea, Iván Jiménez --otro comerciante local-- asegura que, aunque "el barrio es tranquilo y no se recuerdan agresiones tan brutales", en los últimos meses la situación de inseguridad ha empeorado. El empleado de un céntrico local explica que hay bastantes robos y episodios de vandalismo en la zona. "Se ha acentuado, sobre todo en la parte que da al río", insiste.
Cabe recordar que todas las asociaciones vecinales de Igualada, a excepción de una, firmaron una carta con fecha del 22 de septiembre en la que solicitaban una reunión urgente con el alcalde de la localidad, Marc Castells (PDECat), para tratar la falta de seguridad en la ciudad. Pocos días después, tuvo lugar la violación en el polígono industrial de Les Comes de esta localidad.
Ardua investigación
Desde el sindicato SAP-Fepol confirman que la investigación fue ardua, porque los investigadores apenas tenían hilos de los que tirar. La víctima, que fue hallada inconsciente por un camionero en un descampado de Igualada con un severo traumatismo craneoencefálico, desgarros internos y pérdida de audición, no pudo aportar datos sobre su supuesto agresor. Tampoco había testigos y en la zona en la que se cometió la agresión sexual había pocas cámaras de seguridad. Las que funcionaban captaron unas imágenes muy pobres, borrosas, que los investigadores han revisado durante estos seis meses hasta la saciedad. Ante la falta de indicios, los Mossos reconstruyeron y revisaron palmo a palmo el recorrido que la joven hizo desde la discoteca hasta el lugar en el que apareció malherida.
Debido a la gravedad de los hechos, por los que la víctima sufre graves secuelas, en un principio se volcaron todas las unidades del cuerpo, confirman desde el sindicato SAP-Fepol. No obstante, pronto fue la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS), dirigida por la inspectora Ester Salcedo, la que tomó las riendas de la investigación. La clave ha sido el posicionamiento del teléfono móvil del agresor y las vigilancias y seguimientos que realizaron los investigadores en torno a este joven, que cuenta con antecedentes por delitos sexuales. En concreto, los agentes le siguieron los pasos durante más de un mes. Hasta esta madrugada, cuando lo sorprendieron mientras dormía.