La guerra de Ucrania no sólo se libra en el frente con tanques, bombas y misiles, también con información. De hecho, la preocupación entre los ucranianos por proteger sus comunicaciones ha provocado que las apps más descargadas entre los usuarios del país sean las que hacen referencia a conexión, mensajería, navegación encriptada y limpieza de dispositivo. Todo lo necesario para evitar ser espiados. Sin embargo, el espionaje de dispositivos no es algo nuevo ni sólo se está dando en Ucrania. Los ciberdelitos en España se cuentan por miles y avanzan más rápido que la educación de los españoles en ciberseguridad.
Jared Gil, CEO y Cofundador de Nuclio Digital School --escuela líder en formación digital-- asegura que “la gran mayoría de población no está educada ni familiarizada con el uso de recursos o herramientas de ciberseguridad". De hecho, cree que "hacemos uso de las nuevas tecnologías confiando en que esa información no va a ser trazada por nadie y que las plataformas y aplicaciones que usamos a diario son impenetrables, pero cada vez más vemos noticias de hackeos a grandes bases de datos de usuarios”. “Muchas veces nos pensamos que un delito cibernético implica un hackeo en una base de datos o un servidor empresarial, pero muchas veces los propios usuarios son los que, sin ser conscientes del peligro, publican información personal, números de teléfono y detalles sensibles que después pueden usarse en contra de ellos mismos”, añade Gil.
11.280 ciberdelitos en España en 2020
En 2019 hubo 8.914 detenciones e investigados por ciberdelitos en España. En 2020, la cifra aumentó considerablemente: 11.280. Las víctimas son, muchas veces, menores. “La ciberseguridad ha sido siempre clave, pero seguramente no había copado la atención hasta que hemos comprobado de primera mano la necesidad que tenemos de protegernos también en el ámbito online", dice Jesús F. Rodríguez-Aragón, CEO y Cofundador de Iberbox, una plataforma de servicios basada en una nube segura para profesionales y empresas. Igual ocurre con la educación en ciberseguridad y en redes sociales, donde considera que es "absolutamente necesario formarnos desde pequeños, de la misma manera que desde niños nos formamos en educación vial u otros temas de seguridad física". "Creo que no es algo sólo de España, sino que realmente en ningún lugar del mundo se ha tomado en serio este tema hasta este momento”, añade.
La educación es, por tanto, fundamental para evitar sustos en la red. “Educar a los jóvenes en el uso correcto de las redes sociales y plataformas web es esencial para prevenir estas situaciones". A veces, en lugar de prohibir los accesos a ciertos sitios webs, "es más efectivo explicar y demostrar con hechos el peligro de un uso inadecuado de los mismos", agregan desde Nuclio Digital School, que alertan de que "Internet está lleno de trampas", por lo que "tener unas bases para detectarlas nos ayudaría a movernos con más seguridad por este mundo virtual”.
Ni rastro de ciberseguridad en el currículum educativo
Sin embargo, la ciberseguridad no forma parte de ninguna asignatura. Los profesores no están formados al respecto, ni se tiene demasiado en cuenta su importancia en la educación de una generación nativa digital. Así lo cree el CEO de Nuclio Digital School. “Según un estudio llevado a cabo por el WEF (Foro Económico Mundial), en España, con una población activa para trabajar de 35.092.188 millones de personas, sólo poco más de la mitad (un 55%) considera que tiene habilidades digitales".
"Si se compara con países con un volumen de población activa mucho mayor, como por ejemplo Estados Unidos (221.426.962 millones de personas en activo), vemos que un 69% de la población tiene conocimientos digitales, un 14% más que en España. Con estos números podemos decir que, si solo el 55% se considera con habilidades digitales, ese porcentaje será reducido de una manera muy considerable cuando solo tengamos en cuenta la ciberseguridad”, lamenta Jared Gil.
¿Están formados los profesores en seguridad digital?
El CEO de Iberbox destaca la importancia de formar a niños y a profesores en ciberseguridad. “Los primeros que deberían estar preparados para entender la importancia de la privacidad y seguridad de los datos de los menores en las redes deberían ser los docentes. Por ahí deberíamos empezar para que ellos, en su importantísima labor, puedan trasladar esos conceptos a los más pequeños”, apunta.
Dar la espalda a la tecnología o renegar de ella no es la solución. Jesús F. Rodríguez-Aragón, de la plataforma Iberbox, avisa de que “no se trata de demonizar la tecnología". "Escucho a muchos padres criticar los móviles o internet al completo, pero la tecnología no es mala”. Sin embargo, es muy necesario que se forme y se eduque a los más pequeños para que "sepan utilizar estas grandes herramientas de manera positiva y beneficiosa, porque no es sólo trabajo de los colegios". "Como en cualquier concepto educativo, las escuelas deben ser complemento de los padres”, señala. “Igual de importante es enseñarles a que no se cruza un semáforo en rojo porque es peligroso, que enseñarle que en internet no se puede hablar con cualquiera, subir cualquier cosa a una red social y escribir cosas sin pensarlas primero". Como todo, hay que enseñar a utilizar las cosas antes de ofrecérselas sin supervisión a nuestros hijos, recomienda Rodríguez-Aragón.
Formación para padres
Una buena formación para padres evitaría que muchos de los menores fueran víctimas de delitos cibernéticos. Como expertos, “a parte de una formación en cómo abordar posibles temas que puedan surgir en el mundo digital, spam, phishing, vishing, smishing, hacking, ciberdelitos, ciberacoso y un gran etcétera, recomendamos un curso o una formación de corta duración y que esté constantemente actualizada con todas las herramientas que podemos utilizar para combatir los problemas derivados de las nuevas tecnologías".
Según Nuclio Digital School, hay que "aprender a cómo monitorear dispositivos, accesos, incluso a poder crear alertas si estos dispositivos detectan un uso indebido en los hijos". "Hoy en día tenemos muchísimas aplicaciones y herramientas online que nos permitirían tener un control total del uso de los dispositivos de nuestros hijos. No obstante, la parte más importante no es sólo controlar o bloquear, es conocer las amenazas y saber cómo tratarlas”, concluyen.