La fundación Arrels ampliará las 120 viviendas que tiene distribuidas por varias poblaciones de Cataluña para alojar a personas que viven en la calle. Prevé abrir otro piso Zero en Barcelona, un alojamiento nocturno de baja exigencia y reformar su centro abierto del Raval para incluir camas en las que se pueda descansar. Estos proyectos prevén desarrollarse en los próximos meses y comportarán un aumento de la contratación de trabajadores, según ha explicado a Efe el director de la entidad, Ferran Busquets.
El centro del Raval es el primer punto que se ofrece a las personas que viven en la calle, ya que se encuentran los servicios básicos como duchas, consigna y ropero. Además, es un espacio de descanso y, por ello, quieren instalar camas que, hasta ahora, no había. Este lugar pasará de abrir cinco días a la semana a siete días, con unas reformas que se pretenden que lo conviertan en un "lugar agradable, al que podría ir todo el mundo", explica Busquets.
Nuevo piso Zero
El segundo piso Zero que se quiere abrir se pretende que sea el complemento del ya existente en la calle del Carme de Barcelona --también en el Raval-- donde se ofrece un alojamiento nocturno tranquilo, seguro y no masificado a personas que hace mucho tiempo que viven en la calle. En esta vivienda duermen actualmente unas 14 personas cada noche --según los últimos datos-- y se trata de un modelo de atención de baja exigencia porque los trabajadores de Arrels se adaptan a la situación que las personas tienen en cada momento vital y tratan de acompañarlas, además de permitir a los animales de compañía.
El primero se abrió hace cinco años y se ha convertido en un caso de éxito, Por ello, desde Arrels quieren repetir la experiencia con otra vivienda en el Poblenou. En este tiempo, 118 personas se han alojado en el piso Zero y, de éstas, más del 80% ha pasado a vivir en pisos individuales o compartidos o ha conseguido plaza estable en otros recursos. En cuanto a los 120 pisos que la fundación tiene repartidos por varias poblaciones del área metropolitana de Barcelona, Busquets ha precisado que en los mismos están alojadas unas 220 personas, las cuales tienen una cierta autonomía personal y pueden desplazarse hasta poblaciones en las que están los pisos, donde pueden empezar de nuevo a vivir en un hogar compartido y cuentan con el apoyo de una persona de Arrels que les visita casi diariamente.
Conocer el proyecto
La fundación también cuenta con el Hogar Pere Barnés, en el barrio del Poble Sec, dirigido a personas que han vivido en la calle y que tienen una salud frágil. Éste se complementa con dos pisos más asistidos, con una cuarentena de plazas.
Arrels está organizando una jornada de puertas abiertas el domingo 3 de abril dirigido a todo el que quiera conocer la actividad de la fundación, con charlas que se harán a determinadas horas en los diferentes espacios. Según Busquets, el 75% de los ingresos se consiguen gracias a las aportaciones de 6.600 personas. Sólo el 25% depende de la financiación del ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat. "La rigidez de las subvenciones de las administraciones, que deben ser garantistas con la legalidad, puede acabar afectando a la creación de nuevas iniciativas sociales, de nuevas ideas para atender a las personas que lo necesitan", ha alertado Busquets.
Entre un 85% y un 90% de las personas que atiende esta fundación son hombres y el resto, mujeres, cuya problemática "queda más escondida" y que merecería un estudio específico de cómo llegan a vivir y a sobrevivir en la calle, ha concluido.