“No tenemos cascos de kevlar ni chalecos antibalas desde hace tres semanas. Todo está en Ucrania”, asegura a los clientes el dependiente de G.I. Joe Surplus, una céntrica tienda militar de Barcelona que ofrece un pack militar (casi) completo por menos de 100 euros, tal y como ha podido confirmar Crónica Global.
Desde el inicio de la invasión rusa, un número desconocido de españoles o ucranianos residentes en España se han unido a las filas del Ejército regular de ese país. Lo han hecho en respuesta a la llamada lanzada por Dimitro Kuleba, ministro de Exteriores que, a través de su cuenta oficial de Twitter, pidió “a todos los extranjeros que tengan la voluntad de defender a Ucrania y el nuevo orden mundial como parte de la Legión Internacional para la Defensa Territorial de Ucrania”.
Recomendados por el consulado
La respuesta ha sido masiva, y ciudadanos de todo el mundo --de hasta 52 nacionalidades-- se han unido ya a estos batallones íntegramente formados por voluntarios extranjeros. Fuentes consultadas aseguran que el Consulado General de Ucrania en Barcelona se ha convertido en una caja de reclutas, lo que ha generado un profundo malestar en el Ministerio de Asuntos Exteriores y en los cuerpos policiales, ante la imposibilidad de controlar el flujo de nacionales que abandonan el país para empuñar las armas.
Pero, además de facilitar este éxodo, a los que acuden a este punto improvisado de reclutamiento en la Ciudad Condal se les deriva a tiendas militares en las que pueden hacerse con los elementos necesarios para combatir contra las tropas rusas. Es el caso de la tienda G.I. Joe Surplus, ubicada en Ronda Sant Antoni, de la que ucranianos y españoles salen con el equipamiento completo para unirse a las filas del Ejército ucraniano.
Mercado negro y "aprovechamiento"
Allí acuden, en un goteo constante desde el fin de semana de Carnaval, combatientes y periodistas en busca de elementos de protección para sobrevivir al asedio de Kyiv. Aunque en esta pintoresca tienda las estanterías de chalecos antibalas y cascos están ya vacías, los voluntarios encuentran aquí el uniforme utilizado por las tropas ucranianas --de un verde menos intenso que el ruso-- portacargadores para las AK-47, mochilas, rodilleras, manoplas que dejan el pulgar al aire para poder apretar el gatillo y un sinfín de accesorios que facilitan la supervivencia en el campo de batalla.
La mercancía que ya no les queda, aseguran los que han pasado por la Ronda Sant Antoni, se puede conseguir con facilidad en el mercado negro que ha emergido en las fronteras, sobre todo, en la polaca. Y el resto, “de aprovechamiento”, dicen en referencia al armamento que consiguen de los saqueos de soldados rusos caídos en las trincheras.
Escasez de cascos
Los que han acudido a esta tienda para equiparse, aseguran a Crónica Global que el equipo completo cuesta menos de 100 euros. Lo esencial, remarcan, es hacerse con el uniforme específico de las tropas ucranianas, con un camuflaje muy concreto, para no confundirse con el enemigo. La chaquetilla se consigue por menos de 20 euros, mientras que la ropa interior de abrigo no supera los seis. Los portacargadores de las AK-47, el elemento más caro, tienen un precio que ronda los 30 euros. Y el pack lo completan las botas, que deben ser de caña alta para evitar rozaduras y esguinces en una batalla que se libra en un granero. Por eso, dicen, desde la tienda aconsejan utilizar las de montaña, y no las militares, que están pensadas para contiendas urbanas.
Lo más difícil ahora es hacerse con cascos de kevlar, los únicos capaces de parar las balas del calibre 7-62 de los rifles de asalto utilizados por los rusos. Ante la escasez de cascos, los combatientes recurren a negocios históricos, como la tienda Militaria Barcelona, en la calle Bruc, que cuenta con algunos de hace 20 o 30 años pero que siguen desempeñando su función con eficacia. Eso sí, el precio de estos artículos, considerados de coleccionismo, se dispara. Por eso prefieren esperar a que se los entreguen las propias tropas.
La guerra dispara las ventas
"Siempre que hay un conflicto armado vendemos bastante", asegura uno de los empleados de G.I. Joe Surplus, que declina hacer más declaraciones a preguntas de este medio escudándose en un contrato de confidencialidad. Este negocio legal desde hace tres semanas se nutre de la dramática situación que atraviesa Ucrania.