El coste de la conciliación en España supone un freno a la natalidad en España. El 68% de las mujeres españolas tendrían más hijos si este reto estuviera superado. Esta es una de las conclusiones que se desprenden de los resultados de la encuesta El coste de la conciliación, realizada por el Club de las Malasmadres, capitaneado por Laura Baena, y la Asociación Yo No Renuncio, que se ha presentado con motivo del Día Nacional de la Conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y la corresponsabilidad, que se celebra mañana.
Otra de las preocupantes conclusiones de este análisis, que mide por primera vez el reparto de las responsabilidades en la crianza a nivel económico, emocional y personal, es que el 57% de las mujeres españolas ha sufrido una pérdida salarial tras haberse convertido en madre. Pierden poder adquisitivo por haberse visto obligadas a reducir su jornada laboral, por haber cogido una excedencia o por haber dejado su empleo.
Roles tradicionales de género
El estudio se basa en 51.627 encuestas online válidas que han sido promovidas por la asociación liderada por Baena. Pone de manifiesto que estamos lejos de la corresponsabilidad real en el cuidado de los hijos y no conseguimos dejar de lado los tradicionales roles de género.
El 71% de las que han participado en ella son las que están pendientes de los deberes de sus hijos (sólo el 3% hombres asume esa responsabilidad en exclusiva), los grupos de Whatsapp del colegio son también territorio mayoritario de las madres (71%) y la planificación de las comidas y cenas sigue siendo en casi 7 de cada 10 familias, responsabilidad de ellas. En familias con niños con discapacidad, la diferencia en el reparto de los cuidados es aún más llamativa y alarmante. En el 93% de los casos es la madre la que se encarga de gestionar cuidados y terapias.
Sobrecarga mental y agotamiento
Esto lleva a una sobrecarga mental y física difícil de gestionar. Por ello, el 66% de las madres reconocía no haber pedido ayuda psicológica pese a sentirse triste y desbordada. Algo que además se ha visto acentuado por la pandemia. Es el coste que pagan por, entre otras causas, la falta de tiempo libre, ya que el 65% de las madres tienen menos de una hora al día para ellas mismas.
Otro 20% ni siquiera dispone de tiempo, pues dedican, de media, dos horas y 14 minutos a limpiar, ordenar y poner lavadoras; una hora y 51 minutos a preparar comidas y cenas; una hora y 27 minutos en llevar y recoger a sus hijos de la escuela y extraescolares, y tres horas y cuatro minutos en jugar y hablar con los pequeños. A eso se le debe sumar la jornada laboral y las horas de sueño, poco más de seis, tiempo alejado de las ocho horas recomendadas por los expertos.
"El camino recorrido en el ámbito laboral no ha ido acompañado de cambios en la esfera doméstica, y las mujeres siguen asumiendo la gestión y organización del trabajo reproductivo", ha señalado Maite Egoscozabal, responsable de Investigación Social de la Asociación Yo No Renuncio, en la presentación del estudio, en Madrid.
El techo de cristal: la maternidad
En cuanto a los ámbitos laboral y social, cuatro de cada 10 mujeres afirma haberse sentido minusvalorada en su empleo o en su entorno social tras ser madre. “En una gran mayoría de casos, coger una reducción de jornada o una excedencia ya no te permite ascender en el trabajo. La maternidad sigue siendo el techo de cristal de la mujer”, ha lamentado Laura Baena.
Es evidente que “la falta de conciliación en España tiene un alto coste para las mujeres. Sin embargo, a las administraciones públicas les sale gratis”, añade la emprendedora, madre de tres niñas y líder Club de las Malasmadres. Baena es también presidenta de la Asociación Yo No Renuncio. "Conciliamos como podemos y a costa del esfuerzo personal, laboral y emocional de las familias. Si le damos visibilidad al problema, es posible que podamos reducir este coste”, afirma.
Los esfuerzos de las administraciones, insuficientes
Baena ha admitido que los esfuerzos de las administraciones por remar a favor de la corresponsabilidad y por la conciliación son del todo insuficientes. “Las medidas adoptadas hasta ahora --como la equiparación del tiempo de la baja de maternidad y paternidad-- siguen siendo escasas. La conciliación no depende sólo de una única medida, necesita de un cambio transversal y de un compromiso político que no llega”.
Las promotoras del estudio busca que “se reconozca la maternidad y que se la considere un bien social. El 40% de las mujeres renuncia a la maternidad por la falta de conciliación y el 68% tendría más hijos si hubiera más medidas de conciliación, no nos podemos conformar con estos datos”. “Es vital lograr cambiar la relación entre lo económico y los cuidados, y entender que los cuidados también tienen un coste. Hay que revisar el modelo social. La sociedad se tiene que comprometer a mejorar la relación entre la vida y el trabajo”, ha sentenciado.