La Guardia Civil investigó al hermano de la mujer desaparecida en Olesa de Montserrat hace una década. Lo hizo porque, pese a que vivía con ella, nunca denunció su desaparición, lo que levantó las sospechas entre los investigadores.
Así lo ha confirmado el instituto armado, que detuvo a este sujeto el pasado jueves 3 de marzo después de hallar los restos óseos de la desaparecida en el jardín de la casa que compartían. Los agentes aseguraron entonces que el cuerpo “presentaba signos de haber sufrido una muerte violenta”, por lo que le atribuyen al arrestado un delito de homicidio con agravante de parentesco.
Mantenían una estrecha relación
Los investigadores sospecharon de él desde un inicio porque “había mantenido una estrecha relación de manera interrumpida" con la mujer, no obstante nunca denunció su desaparición.
Los otros familiares --residentes en distintas localidades de España-- "habían perdido el contacto con ella mucho antes de su desaparición y desconocían por completo lo que podría haber sido de ella desde entonces".
Víctima de una muerte violenta
Tras descartar una desaparición voluntaria, la benemérita planteó la hipótesis de que la mujer --de 53 años-- hubiera sido víctima de una muerte violenta, que finalmente se ha confirmado al encontrar ocultos los huesos en la parcela de la finca en la que ambos convivían en Olesa de Montserrat.